Pedro Galimberti; “No vamos a hacer política con la ayuda social”

Pedro Galimberti; “No vamos a hacer política con la ayuda social”

FacebookTwitteremailPrint Llegamos a la gobierno con vocación de servicio público, no para servirnos de la política. Le propusimos a los vecinos un nuevo modelo de gestión pública que implicaba hacer las cosas de manera diferente. Eso supone, entre otras cosas, atender la ayuda social con buen criterio, sin que lo institucional se mezcle con lo […]

Llegamos a la gobierno con vocación de servicio público, no para servirnos de la política. Le propusimos a los vecinos un nuevo modelo de gestión pública que implicaba hacer las cosas de manera diferente. Eso supone, entre otras cosas, atender la ayuda social con buen criterio, sin que lo institucional se mezcle con lo político. Así lo entendemos y así lo sentimos, porque creemos que no se puede jugar con la necesidad de la gente.

Todavía están presentes en nuestra memoria algunas imágenes del proceso electoral de 2015 que, rozando la obscenidad, daban cuenta de cómo el gobierno municipal de ese periodo «bajaba» la ayuda social en diferentes sectores de la ciudad. No queremos repetir esa historia, por convicción política y por respeto a los vecinos. Por esa razón, de cara al tiempo electoral que se avecina, instruí a la Secretaría de Ciudadanía e Inclusión, para que atienda las urgencias pero discontinúe las ayudas que no son de primera necesidad (materiales de construcción, etc), las cuales se reanudarán luego del proceso electoral.
 No queremos que una cosa se confunda con otra.

En los días previos a las elecciones los pedidos de este tipo de ayuda tienden a incrementarse. Muchos seguramente justificados, que se atenderán adecuadamente. Otros tal vez incentivados alguien o por la creencia que es el momento oportuno para hacer este tipo de pedidos. Como dirigentes políticos con responsabilidad institucional y creemos que no debemos sacar ventaja de la necesidad, menos aún con recursos públicos. Nos propusimos llevar adelante un nuevo modelo de gestión y eso implica también romper con prácticas y con una cultura instalada en muchos lugares.

Con la necesidad de la gente no se juega.
 

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