FacebookTwitteremailPrint Hoy ese porcentaje es del 25%. Un estudio de la Mesa de las Carnes dice que no se verá afectado el mercado interno, porque la producción de carne vacuna crecería de 3 a casi 5 millones de toneladas Un informe técnico que fue presentado ayer en La Rural de Palermo por los integrantes de […]
Hoy ese porcentaje es del 25%. Un estudio de la Mesa de las Carnes dice que no se verá afectado el mercado interno, porque la producción de carne vacuna crecería de 3 a casi 5 millones de toneladas
Un informe técnico que fue presentado ayer en La Rural de Palermo por los integrantes de la Mesa de las Carnes, proyecta para el 2025 un aumento de un 60% de la producción de carne vacuna que podría alcanzar los 5 millones de toneladas, cuando en la actualidad los niveles de producción son de 3 millones.
“Si alcanzamos los 4,5 o 5 millones de toneladas de carne vacuna y si las demás carnes aumentan como lo tenemos previsto, se podría exportar 10.000 millones de dólares más y en la industria de carne vacuna crear 250.000 empleos”, aseguró Fernando Canosa, coordinador de la Mesa de las Carnes.
Por su parte, Víctor Tonelli, también coordinador de la Mesa, sostuvo que las exportaciones para 2025 deberían representar un total del 45% sobre la oferta total, y el rodeo vacuno alcanzaría los 60 millones de cabezas, lo que significaría un incremento con los valores actuales de 8 millones de cabezas.
Para alcanzar dicho objetivo, desde el sector privado pidieron trabajar en la mejora de la eficiencia de los criadores y el índice de destete, que ahora es del 62% y según los especialistas debería ser elevado al 75%.
Los integrantes de la mesa explicaron que la meta de crecimiento se podría cumplir “si nuestro país se centraliza en mejorar los índices de destete, elevar el peso promedio de faena del rodeo a 250 kilos, cuando hoy está en 225, para lograr más kilos de carne por animal. Estas dos cuestiones nos permitirían generar este aumento de producción para lograr el aumento de exportaciones y mano de obra”.
El aumento de la producción debería seguir contando con la política actual de apertura de mercados, y contar con una política financiera que acompañe a las posibilidades de crecimiento, que hoy no están y una política impositiva que no siga castigando la tenencia. Por otro lado, hay que lograr un estándar sanitario único en la industria frigorífica para que todos tengan las mismas condiciones sanitarias y no haya una competencia desleal”.