FacebookTwitteremailPrint La medida permitirá de modo permanente -y con celeridad- darle las herramientas al comité de crisis que presidirá la ministra de Salud, Sonia Velázquez, y que tiene como objetivo activar políticas precisas tono con la coyuntura La salud, como sector particular y muy complejo está asistiendo a un incremento sostenido de la demanda […]
La medida permitirá de modo permanente -y con celeridad- darle las herramientas al comité de crisis que presidirá la ministra de Salud, Sonia Velázquez, y que tiene como objetivo activar políticas precisas tono con la coyuntura
La salud, como sector particular y muy complejo está asistiendo a un incremento sostenido de la demanda que se origina precisamente, en la profundización de las crisis social y que lleva como elemento de peligro concurrente a que los indicadores de los índices de cobertura de las obras sociales se noten decreciendo.
Por otro lado, está culminando la transición epidemiológica y demográfica en la que las enfermedades crónicas no transmisibles representan el 70 por ciento de la carga de la enfermedad.
Es por ello que el Ministerio de Salud de la Provincia, a través de la resolución 3.415, declaró el estado de contingencia sanitaria pública hasta el 31 de diciembre próximo.
Mediante el artículo 2 se faculta al comité de crisis y a los efectores públicos que correspondan a tomar las medidas a tono con las circunstancias sobre todo las referidas a prevención. Dotando a todos ellos de la red de recursos materiales, humanos y financieros para afrontar la emergencia, incluso, junto al efector privado.
Este marco legal permitirá finalmente sostener con menos carga burocrática, aunque siempre regulada, las inversiones que haya que realizar en todo sentido en el marco de las imperiosas necesidades sanitarias y prestacionales que emerjan de la demanda y de hecho en un todo de acuerdo con lo que resuelva el comité de crisis.
En síntesis, es importante tener un marco normativo de estas características que sustente un ámbito institucional estratégico como el comité de crisis para realizar intervenciones oportunas, rápidas y con pertinencias técnicas.
Hoy emerge como problema central la falta de camas para contener la demanda en lo que hace a las unidades de terapia intensiva para adultos.
La devaluación de nuestra moneda -que impacta fuertemente en la compra de insumos ajustados casi todos a valor dólar-, la impactante insolencia con la que se manejó la estructura sanitaria de Nación abandonando prácticamente el giro de fondos a la Provincia y la invasión de pacientes que se van volcando al sector público, motivaron al Ministerio de Salud a crear un comité de crisis con la idea de mejorar la planificación, establecer el protocolo operativo ante la demanda de camas y optimizar el uso de los recursos económicos.
De mano de la ministra del sector Sonia Velázquez por estos días se están realizando las primeras reuniones para avanzar sostenidamente en la armonización de esfuerzos con el sector privado y de ese modo contener de modo articulada la creciente demanda.
Uno de los ejes de esta política de gestión sanitaria apunta a organizar los servicios de salud públicos a partir de definir su competencia y articularlos a modo de red. Y en el caso del sector privado se trabaja en la idea de armar en relación a pacientes críticos que requieren terapias intensivas, un convenio de articulación de esfuerzos.
Todo este escenario implicó desarrollar un programa de monitoreo de unidades críticas donde el ministerio plantea tener un sistema activo que permita saber el tipo de pacientes que se encuentran en este servicio y disponibles de acuerdo a una categorización de riesgo que también ya está definida y que se incorporarán a los textos legales que le otorguen el margen jurídico indispensable.
La conformación del comité de crisis como tal tiene que ver con encontrar una respuesta diferente a la actual, sobre todo en términos de organización y de lograr mayor accesibilidad a la población. De modo tal que la utilización de unidades críticas, que en algunos momentos del año se tornan insuficientes, sea -en el marco de una nueva organización-, una red escalonada con creciente capacidad de resolución.
Paralelamente se está trabajando en la ampliación de la red de unidades críticas. La Provincia dispone de seis hospitales públicos con la capacidad de atender pacientes críticos adultos y se está trabajando en un séptimo, con cuatro camas más y que es el Hospital Pascual Palma de Paraná.
En esta instancia, Velázquez aclaró que en el rumbo trazado por el Gobernador se impone una fuerte presencia rectora del Estado y la necesidad de tener la capacidad para generar respuestas en función de lo que demande la crisis. Y de ese modo, garantizar la responsabilidad de sostener la red sanitaria provincial en su mayor capacidad operativa.