FacebookTwitteremailPrintEl anuncio será este lunes a las 10 en la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Propondrá la creación de un Consejo permantente y la articulación entre provincias, municipios y distintos ministerios. La misma noche en que ganó las PASO Alberto Fernández empezó a pensar en convocar a una Concertación Social para garantizar el respaldo a […]
El anuncio será este lunes a las 10 en la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Propondrá la creación de un Consejo permantente y la articulación entre provincias, municipios y distintos ministerios.
La misma noche en que ganó las PASO Alberto Fernández empezó a pensar en convocar a una Concertación Social para garantizar el respaldo a las políticas que impulsará si es electo presidente. El 11 de agosto, ante la contundencia del triunfo, también coincidió con los dirigentes más cercanos en que debía hacer un cambio importante en la campaña. En eso está, intentando mostrarse como si ya hubiera sido electo, generando ideas de gestión y anuncios y avanzando en el diálogo con distintos sectores de poder, desde políticos a sindicalistas, la Iglesia, el campo, los investigadores, y los industriales. En ese marco y a pocos días de que se conocieran nuevos índices de pobreza (más de la mitad de los menores de 14 años están por debajo de la línea de pobreza según el Indec), hará lo que tal vez sea su mayor propuesta de campaña, presentará un plan contra el hambre.
El acto, estratégicamente planificado, tendrá lugar en la sede de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, el lugar donde se forman profesionales para áreas vinculadas con la producción de alimentos. En ese pulmón verde está previsto que primero hable Daniel Arroyo, favorito en estos días para un eventual Ministerio de Desarrollo, y luego Alberto Fernández que se presentará con una puesta en escena más parecida a la de un presidente en ejercicio que anuncia un programa que a la de un candidato.
El plan, que Fernández prefiere llamar un compromiso o convocatoria, lleva el título de “Argentina sin hambre” y será, aseguran en el equipo del Frente de Todos, una de sus prioridades a partir de diciembre. Para ponerlo en marcha buscará la colaboración de empresarios, científicos, pequeños y grandes productores, supermercadistas, sindicalistas, empresarios, universidades, formadores de precios, líderes en opinión pública, organizaciones sociales y religiosas, no sólo católicas sino también evangélicas que tienen fuerte presencia en villas y barrios carenciados.
Entre los lineamientos de la propuesta, se destaca la conformación de un Consejo Federal de Argentina sin Hambre, integrado por todos aquellos sectores a los que se convocó, y un Observatorio Interdisciplinario. Incluye una serie de ideas que se pueden realizar a través de la coordinación y la voluntad de todas las partes y otras que requerirán la intervención del Congreso y la sanción o modificaciones de leyes.
El plan del equipo ‘albertista’ fue coordinado por Santiago Cafiero y tiene como brazo ejecutor al diputado Daniel Arroyo y a la ex precandidata a intendenta de La Plata Victoria Tolosa Paz que estuvo a cargo de la convocatoria a invitados para el acto.
En Argentina “hay quince millones de personas con inseguridad alimentaria”, sostienen desde el Frente de Todos donde advierten que el hambre se divide entre quienes comen poco, comen mal, o comen salteado.
Se lo dijo Fernández a Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal (Coordinadora de Productos Alimenticios) y a todos los industriales que lo recibieron en la UIA. Funes de Rioja habló de la caída de ventas de alimentos en un 50%. Fernández retrucó con el bajo consumo de leche y les anticipó algo de su plan. Esta semana los visitará Daniel Arroyo para coordinar cómo se pueden sumar.
De hecho, señalan en el entorno de Fernández, que hay muchas empresas con posibilidades o deseos de hacer donaciones de alimentos, de suplementos vitamínicos, etc, y que lo que se necesita es una coordinación eficiente para aprovechar lo que ofrecen.
Además de un plan de vivienda en el que trabaja el equipo del Frente de Todos, y de empleo para empalmar con los planes sociales, la propuesta contra el hambre apunta a bajar precios, a acordar una canasta básica de alimentos, articular en red entre áreas como Educación, Salud, Ciencia y Desarrollo, entre intendencias, gobernaciones y la Nación. Se apuntará a reforzar la Tarjeta de Alimentación, pensada para que las familias compren con crédito estatal, alimentos básicos, y que se estimule el consumo de alimentos saludables. En este último caso se buscarán acuerdos para que la llamada economía familiar o social (productores familiares, quinteros, etc), puedan vender sus productos en grandes supermercados y puedan formalizar su actividad.
Respecto al IVA, como ya lo ha dicho en reiteradas oportunidades, el candidato del Frente de Todos cree que no deben dejar de pagarlo todos los ciudadanos sino que sólo debe reintegrarse ese impuesto a quienes acceden a planes sociales, como la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo.
El plan se complementa con una Ley de Góndolas para ampliar la competencia y evitar los monopolios, una propuesta y monitoreo de la alimentación en la primera infancia y un sistema de financiamiento para los productores de alimentos.