FacebookTwitteremailPrintUna relación íntima no consentida es un abuso sexual, sin importar que se dé en un ámbito de relación de pareja, explicaron especialistas • “Está bien si hay una voluntad compartida” El fiscal Leandro Dato, de la Unidad de Violencia de Género y Abuso Sexual del Poder Judicial Leandro Dato aseveró que una relación íntima […]
Una relación íntima no consentida es un abuso sexual, sin importar que se dé en un ámbito de relación de pareja, explicaron especialistas • “Está bien si hay una voluntad compartida”
El fiscal Leandro Dato, de la Unidad de Violencia de Género y Abuso Sexual del Poder Judicial Leandro Dato aseveró que una relación íntima no consentida es un abuso sexual, sin importar que se dé en un ámbito de relación de pareja. “El consentimiento quiere decir que hay dos personas en situación de igualdad que acuerdan y aceptan llevar adelante algo. En el caso un trato sexual estamos en la misma situación, tiene que haber una voluntad compartida”, precisó en diálogo con el programa Códigos de Elonce TV. El letrado admitió que hay “una cuestión cultural” en torno al “machismo” y de creer que por estar casados o en pareja una mujer debe someterse al varón. “Fue plasmado en costumbres e incluso en alguna legislación, con la gran diferencia que había en otras épocas entre varón y mujer”, lo cual se ha modificado y ha tornado la cuestión “más igualitaria” en estos tiempos.
“Claramente la cuestión social quedó en muchísima gente, lo que lleva a que se entienda que, mucho más en una relación formalizada, se espere del otro ciertas acciones. Pero esto no es más así. No hay posibilidad de consentimiento cuando media una situación de violencia. Hay casos en los que cuando uno investiga la mujer dice que ha tenido relaciones porque no le queda otra, por no hacerlo enojar u otras cuestiones. Todo esto habla de una intimidación”.
“El ‘No es no’. El consenso se va construyendo paso a paso. A partir de que los dos están de acuerdo en ciertas acciones, entre ellas tener sexo y la manera de hacerlo”, enfatizó el Dato.
• Consenso y no avasallamiento de los derechos de uno sobre otro
Por su parte, Silvina Guastavino, de la Asociación Sexológica del Litoral y docente de Educación Sexual Integral puso de relieve que a la sexualidad hay que tratarla “como un derecho, tratando de que se entienda que tenemos derecho a una sexualidad placentera, sana y responsable”.
Coincidió en con Dato respecto a que en sexualidad se da “por consenso” y que en este tema “el término normalidad no existe. Pero lo que podemos considerar como anormal es lo que encuadra dentro de un delito. Esto es una violación o un abuso sexual. Cualquier tipo de relación debe darse dentro de un marco de consenso y respeto. En todo lo que haya dudas, un no sé o un no, es no. Se tiene que entender así”, enfatizó el diálogo con Códigos.
Enseguida reiteró: “No es que una práctica sexual esté bien y otra mal, es todo cuestión de consenso. Si éste existe, cualquier práctica está bien”.
Finalmente, Guastavino expresó que “el mayor drama es que estamos atrapados en los estereotipos y roles de género. La mujer siempre ha sido la sumisa en la relación y la que brinda el placer a su pareja. Se entiende que la mujer es el sexo débil y que el hombre tiene el deseo, que hay que aceptar para calmarlo. A veces el consenso no es tan claro, porque las mujeres están en este sistema de género que hace que la mujer esté supeditada a lo que el hombre u otra persona quiera”.