FacebookTwitteremailPrint El macrismo y el kirchnerismo se preparan para librar otra batalla el domingo: la fiscalización de las mesas y el “recuento” paralelo de votos en base a la información provista por los designados en todo el país. En este escenario, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos trabajan contrarreloj para alistar los […]
El macrismo y el kirchnerismo se preparan para librar otra batalla el domingo: la fiscalización de las mesas y el “recuento” paralelo de votos en base a la información provista por los designados en todo el país.
En este escenario, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos trabajan contrarreloj para alistar los centros de cómputos paralelos que se nutrirán de la información de las mesas, en especial las testigo, que en las PASO le adelantaron a Alberto Fernández el rotundo triunfo. Sin embargo, el de este domingo será un escenario diferente y tanto el oficialismo como la oposición controlarán con más fuerza la elección en busca de evitar irregularidades.
El Gobierno prepara un ejército de fiscales
Aunque la información se maneja bajo estricta reserva, en el Gobierno preparan un “ejército” de 150.000 fiscales que controlarán de manera “total” la elección. El comando fiscalizador estará liderado por el secretario de Asuntos Institucionales, Adrián Pérez, y el viceministro del Interior, Sebastián de Luca, hombre de extrema confianza de Rogelio Frigerio.
En el macrismo aseguran que en las PASO se detectaron tardíamente numerosas irregularidades que, debido a la falta de fiscales, no pudieron detectarse a tiempo. A modo de ejemplo, afirman que hubo autoridades de mesa afiliados a espacios políticos y connivencias con delegados electorales. “La instrucción es que todo quede registrado en el acta, los fiscales están entrenados para anotar cualquier irregularidad”, explicó una de las dirigentes que trabaja en el sistema de control.
Según los cálculos, se hallaron 13.000 autoridades afiliados a espacios políticos. La mayoría de ellos, dicen, al kirchnerismo. En el oficialismo creen que las medidas de control podrían sumar entre dos y tres puntos más al Presidente.
Sin brindar demasiados detalles sobre su implementación, en el Gobierno también trabajan en la puesta en marcha de una aplicación a través de la que se hará un seguimiento de los resultados en las mesas. El procedimiento consiste en cargar la imagen del telegrama a la app y enviarla para su procesamiento.
Centro de cómputos paralelo, otra vez
“Por nada del mundo se vayan de la mesa hasta que se cuente el último voto, hasta que se complete el acta, el certificado y el telegrama”. El pedido de Cristina Kirchner, a través de un video, circuló entre los celulares de los fiscales del Frente de Todos en la previa de las PASO. Para esta elección, la exmandataria solicitó redoblar los esfuerzos.
En el Frente de Todos esperan conocer el resultado antes de las 21. Esto será posible gracias al aporte de 2000 mesas testigo, una muestra representativa de las casi 100 mil en toda la Argentina. En la Ciudad, habrá unos 200 encargados de estar en permanente contacto con los fiscales de estas mesas.
A través de una aplicación, se adjuntarán las imágenes de los telegramas y se cargarán a la app. La información será recopilada y analizada por los integrantes del centro de cómputos.
La sala de control del kirchnerismo estará a cargo de un especialista en sistemas informáticos del Instituto Patria. Los resultados obtenidos en agosto fueron “casi idénticos” a los números del escrutinio provisorio por lo que el grado de satisfacción con su funcionamiento es alto. En agosto la diferencia entre el escrutinio provisorio y el montado por el propio espacio fue de solo 0,3 por ciento.
La ubicación de este centro se mantiene bajo estricta reserva por razones de seguridad. En el Frente de Todos observan con desconfianza el funcionamiento de la empresa Smartmatic, que tiene a cargo la licitación para llevar a cabo el escrutinio provisorio y dar a conocer los primeros resultados.