FacebookTwitteremailPrintDe una semana para la otra, el precio de las bananas se fue a las nubes. Estaban alrededor de 80 pesos y en algunas fruterías treparon hasta los 160. Las más caras son las que vienen de Ecuador y se las reconoce porque tienen la cáscara bien amarilla: representan el 70% de las que se […]
De una semana para la otra, el precio de las bananas se fue a las nubes. Estaban alrededor de 80 pesos y en algunas fruterías treparon hasta los 160. Las más caras son las que vienen de Ecuador y se las reconoce porque tienen la cáscara bien amarilla: representan el 70% de las que se venden en el mercado local.
La causa es el conflicto social y político que hay en Chile. ¿Por qué? Las bananas son enviadas en barco del puerto de Guayaquil hasta San Antonio en Chile. Allí las cargan en camiones que las traen finalmente a la Argentina.
“El toque de queda y los piquetes perjudicaron mucho la logística de los camiones que transportan la fruta, lo que generó un desabastecimiento. Esto, a su vez, produjo un aumento de precio”, contó a Clarín Mariano Winograd, ingeniero agrónomo y presidente de Cinco al Día Argentina.
La banana es la fruta que más se consume en Argentina. Se consume unos 12 kilos por persona por año. Esto, por lo tanto, genera mucha demanda por parte de la gente. “Lo que pasa en Chile redujo a la mitad la importación de bananas ecuatorianas. Esto significa que hay un 30% menos de abastecimiento en el marcado nacional”, explicó Winograd.
En distintas verdulerías el kilo hoy se vende entre 130 pesos -en los lugares más baratos- hasta los 160. Esto significa casi un 88% de incremento teniendo en cuenta que el precio, antes de la crisis chilena, era de 85 pesos promedio.
“El cajón está más de dos mil pesos”, comentó María, que atiende una verdulería sobre la calle Martín García, en Barracas. “Los precios aumentaron mucho en sólo un par de días. Están llegando menos paquetes y la gente sigue pidiendo la misma cantidad”, comentó la mujer.
Ante este panorama, con una situación en Chile que no parece resolverse en lo inmediato, muchos productores están abasteciendo el faltante de la demanda con frutas de Bolivia, Paraguay, Brasil y el norte Argentino. “Estas son frutas que tienen menos marketing por el color de la cáscara. Las ecuatorianas se imponen más por su color amarillo que por su sabor. Las bananas argentinas son mas chiquititas, tienen un color distinto en la cáscara, pero son más sabrosas”, comenta Winograd.
También comentó que las bolivianas “salen un 20 % menos” que las ecuatorianas, que las paraguayas -“un 25 por ciento menos”- y que las argentinas -hasta un “30 por ciento menos”-. Y aclaró que la crisis de Chile sólo afecta el precio de las bananas que provienen de Ecuador: “Las demás siguen con el mismo valor de siempre”.
Para tener una idea de lo que significa la banana para el mercado local, hay que remarcar que se consume unos “500 millones de kilos al año y que se importa 500 millones de cajas anualmente”, comentó Winograd, que aseguró que el desabastecimiento actual “no se puede resolver de un día al otro”.
“Hay que conseguir los proveedores que tienen que estar preparados para suministrar tanta demanda”, comentó el experto, que recomendó probar la banana argentina, que proviene de Salta y Formosa, y que es “más chiquita pero más sabrosa”.
Argentina consumía bananas brasileñas pero en “tiempos de Menem las multinacionales aprovecharon el uno a uno e introdujeron la banana ecuatoriana, que se destaca porque tiene una condición de excelencia en su cáscara. El consumidor elige por aspecto y no por sabor”, aseguró el agricultor.