FacebookTwitteremailPrint En el acto de proclamación de candidatos el Presidente del Superior Tribunal de Justicia, destacando los procesos electorales que se dieron en Entre Ríos desde 1983, señalo la necesidad de discutir la reforma política en nuestra provincia, y en este sentido, el senador electo del Departamento Federación Rubén Dal Molin señalo que es posible […]
En el acto de proclamación de candidatos el Presidente del Superior Tribunal de Justicia, destacando los procesos electorales que se dieron en Entre Ríos desde 1983, señalo la necesidad de discutir la reforma política en nuestra provincia, y en este sentido, el senador electo del Departamento Federación Rubén Dal Molin señalo que es posible que esta discusión se de en el periodo legislativo que se inicia.
En diálogo con INFORME CIUDADANO señalo “creo en la necesidad de esta reforma, y pienso que, si lo afirma la máxima autoridad de la justicia entrerriana, y el responsable del último proceso electoral, debería estar en agenda del oficialismo”, agregó.
Al respecto dijo que es imprescindible acercar al ciudadano común en esta discusión. Son pocos los que entienden de que se trata, son pocos los que conocen de la verdadera dimensión de las modificaciones que deben realizarse, por cuanto, al menos en mi caso, trataré de organizar asambleas, charlas y cursos, para nutrirnos de los actores sociales y políticos en este sentido.
Sin embargo, agregó Dal Molin, lo que realmente preocupa son otras declaraciones del Presidente de Superior Tribunal de Justicia Emilio Castrillon. Son de alto voltaje sus declaraciones sobre el comportamiento de la justicia entrerriana. Solapadamente deja entrever de uso de influencias políticas para retrasar y entorpecer los procesos judiciales en innumerables causas de corrupción en el estado, como también, y esto debe alarmar, cuando afirma que, en Concordia, para ser político, debe tener apellido, y para pertenecer al sistema judicial, tener apellido o palanca.
Los dichos de Castrillon terminan desnudando problemas institucionales que afectan el normal desenvolvimiento de la república en Entre Ríos, y la dureza de sus declaraciones, en verdad deberían preocuparnos, concluyó Dal Molin. (Informe Ciudadano)