FacebookTwitteremailPrintLas lesiones sobre el cuerpo de Fernando Báez Sosa, el joven de 19 años que en la madrugada del sábado fue brutalmente golpeado por, al menos 10 rugbiers, en la puerta de Le Brique, un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, permitirían determinar quiénes de los detenidos dieron los golpes que le causaron […]
Las lesiones sobre el cuerpo de Fernando Báez Sosa, el joven de 19 años que en la madrugada del sábado fue brutalmente golpeado por, al menos 10 rugbiers, en la puerta de Le Brique, un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell, permitirían determinar quiénes de los detenidos dieron los golpes que le causaron la muerte.
Báez Sosa murió a los pocos minutos de haber sido ingresado al Hospital Arturo Illia, a donde había sido trasladado con múltiples traumatismos y pérdida de conocimiento. La huella de un calzado fue hallada en el rostro del joven, y quienes investigan la causa consideran que ese rastro será clave para determinar responsabilidades.
La fiscal a cargo de la investigación judicial, Verónica Zamboni, imputó como coautores materiales del asesinato a Máximo Thomsen, de 20 años, y a Ciro Pertossi, de 19, mientras que consideró partícipes necesarios a los restantes detenidos, figura que podría modificarse tras las ruedas de reconocimiento que tendrían lugar a partir de mañana.
Si bien en un principio habían sido once los detenidos, anoche se ordenó la liberación de Pablo Ventura, el único de los sospechosos que había sido detenido en Zárate. José María Ventura, el papá de Pablo, había intentado el lunes un contacto directo con Zamboni para entregarle un video que mostraría a su hijo en un restaurante durante la madrugada del crimen de Báez Sosa. “Mi hijo está preso porque uno de los detenidos dijo que una de las zapatillas era de Pablito Ventura”, había señalado el hombre a LA NACION.
“Vamos a ver qué sale en la rueda de reconocimiento”, señaló hoy el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, al periodista Luis Novaresio, en Radio La Red.
El fiscal precisó que los sospechosos, al momento de la detención, estaban sobrios y ubicados en tiempo y espacio. “El tema del poder es lo que es, por ahí, analizable desde el punto de vista sociológico, psicológico, que lleva a la violencia. El tema del poder, de: «yo soy más poderoso». Lo vemos en casos de tránsito, «yo tengo más poder que el otro», «yo puedo más que el otro», «yo en grupo puedo». Y quizás por el «poder» pasan estas cosas”, añadió Escoda.
La huella de una zapatilla, clave en la causa
La huella de una zapatilla levantada del cuerpo de Báez Sosa es una de las principales pruebas incorporadas a la causa, y sería clave para la fiscal Zamboni. Los detectives judiciales secuestraron 19 pares de zapatillas que pertenecerían a los 10 imputados: Thomsen; Pertossi; Lucas Pertossi, el primo del presunto coautor; Alejo Milanessi (primo de los Pertossi), Ayrton Viollaz y Matías Benicelli, de 20 años; Enzo Comelli y Juan Pedro Guarino, de 19; y Luciano Pertossi -hermano del presunto coautor- y Blas Cinalli, de 18.
Las zapatillas, junto con otras prendas secuestradas en la vivienda que ocupaban los sospechosos, varias con manchas de sangre, serán derivadas para los correspondientes peritajes genéticos y podrían convertirse en las primeras evidencias firmes a la hora de definir responsabilidades en el crimen. “Ahora se realizará un peritaje para determinar a quién corresponde cada calzado”, sostuvo una fuente de la investigación.
“Quedan todavía las ruedas de reconocimiento, que se harían mañana. Estamos viendo la cuestión del espacio”, añadió Escoda. Las pericias al calzado y el análisis de las muestras de ADN comenzarían la semana próxima.
Los videos de la madrugada
Registrados dentro de la discoteca, al expediente se sumaron videos en los que se vería a los imputados tener el primer roce con Báez Sosa. También otros que evidencian el momento de la golpiza, cuando está tendido sobre la vereda, en calle 3 casi 102, y más tarde cuando se reagrupan frente a un supermercado, a unos 200 metros del boliche.
“Los videos son muy útiles y sirvieron para poder llegar a los autores, y los videos ilustran una cuestión narrada por los testimoniales, como también la ropa y las zapatillas con sangre secuestradas en el lugar de alojamiento”, precisó Escoda más tarde en Radio 10.
Los celulares
En las últimas horas fue ordenado también el peritaje de los teléfonos celulares secuestrados a todos los detenidos para determinar su ubicación en el momento del crimen. La fiscal aguarda, además, el testimonio de los amigos de Báez Sosa, quienes lo acompañaban en sus vacaciones en Villa Gesell y presenciaron la golpiza.
Los amigos de la víctima participarán mañana en una rueda de reconocimiento, y se estima que habrá un centenar de ruedas de reconocimiento, ya que por lo menos serán convocados 10 testigos para observar a los 10 sospechosos rodeados de personas con similares características físicas.
“A partir de la detención, tenemos 30 días para decidir si se pide la prisión preventiva o no”, señaló Escoda hoy también en declaraciones a Radio con Vos.
Cinco de los sospechosos detenidos están alojados en la Comisaría 1° de Pinamar, mientras que los demás están en la Comisaría 2° de Villa Gesell. Distribuidos en calabozos, fuentes policiales indicaron que están en espacios comunes con detenidos por otros delitos, y que podrían ser trasladados al penal de Dolores, ya que así lo ordenó la Justicia, aunque por el momento no hay en esa dependencia capacidad para alojar nuevos presos.
Cómo se hace el peritaje de una pisada
A través de la técnica de la scopometría los peritos pueden determinar si la marca de una pisada hallada en una escena del crimen corresponde o no al calzado de un sospechoso.
Los primeros elementos con los que contaron los investigadores del crimen de Báez Sosa fueron las fotografías que se tomaron al cuerpo de la víctima durante la autopsia. A partir de la observación de las imágenes y de la medición, los peritos podrán determinar el nivel y forma de desgaste de la suela de la zapatilla.
Como si fuera el proyectil de un arma de fuego, los peritos realizan una muestra testigo de la pisada con la zapatilla secuestrada y la comparan con la imagen del cuerpo de la víctima.