Según cálculos hechos a partir de la diseminación del coronavirus en Italia, médicos y autoridades de distintas jurisdicciones estiman que el pico será la primera semana de abril
Con la intención de no llegar al colapso de los sistemas de salud que sufren España e Italia, las guardias y los hospitales del país se preparan para el pico de casos de Covid-19 que posiblemente se dé en unos 25 días. Según cálculos hechos a partir de la diseminación del coronavirus en Italia, y dentro de un contexto de incertidumbre, médicos y autoridades de distintas jurisdicciones manejan la primera semana de abril como el momento en que la demanda sobre el sistema de salud puede ser más alta.
“La idea sigue siendo que no tengamos un contagio vertiginoso. Podríamos llegar al máximo de casos dentro de unos 20 o 25 días. Eso, con un buen escenario. Procuramos que el aislamiento funcione y que no se de un crecimiento tan rápido, que tengamos una meseta y sea más lento, para que respondan adecuadamente las instituciones de salud “, dijo a La Nación, Jorge Coronel, presidente de la Confederación Médica de la República Argentina, desde el Hospital San Bernardo de Salta, donde atiende en la terapia intensiva.
Coronel forma parte de un grupo de estadísticos y autoridades en el campo de la salud que estudió los distintos escenarios de dónde puede caer la famosa curva de progresión de casos. Más allá de que se corra un poco más o un poco menos en el tiempo, la conclusión para todos es clara: la rigurosidad en la prevención y la reducción de los contactos humanos en la fase de contención (la actual) pueden hacer la diferencia.
“Si se repite lo que pasa en otros países, debería ser la primera semana de abril y si algo de efecto tiene lo que estamos haciendo, quizá la segunda”, resume Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología . Aunque admite que “nadie sabe” con certeza cuándo será el pico de casos.
En el mismo sentido se manifestó esta mañana el ministro de salud porteño, Fernán Quirós: “Estas medidas [en referencia a la ampliación del sistema de salud porteño] son para reducir el impacto de un pico desmedido del contagio que podría darse en abril”, destacó”.
Dinámico y difícil de prever “Según los cálculos de cómo ingresó el virus al país, a través de turistas, más los períodos de incubación y de contaminación, la estimación que se maneja es hacia la primera mitad de abril”, coincidió Rosa Reina, presidente de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y jefa de sala de terapia intensiva del Hospital San Martín de La Plata.
Los especialistas coinciden en que la clave es entender que una pandemia es en esencia algo dinámico y que las previsiones pueden naufragar ante la realidad. Por más que se exprimen cerebros para tener la previsión de los picos y así actuar en consecuencia, una pandemia es de las cosas más difíciles de anticipar en su desarrollo, más con el componente social de que la gente respete o no el aislamiento social.
“En los países que no pudieron hacer la contención de la curva [de casos], la subida más rápida fue a las tres semanas de los primeros casos (en la Argentina, el primero fue el 3 de marzo). Pero no sabemos si eso se va a extrapolar aquí; estamos haciendo lo posible para que eso no nos pase”, indicó Tomás Orduna, jefe del servicio de medicina del viajero del Hospital Muñiz .
De todos modos, Orduna, también del equipo de expertos de Nación, agregó que “España lleva dos semanas y media muy intensas y, según datos de gente de los hospitales más importantes de allá, todavía les quedan unas tres semanas más para llegar al pico antes de conseguir un descenso”.
Justamente, la diseminación tan rápida del nuevo coronavirus es lo que más llama la atención. “Eso hizo que muchos se contagiaran rápidamente en Europa e ingresaran a los sistemas de salud y un porcentaje no menor a las terapias intensivas. Y provocó que tuvieran que armarse terapias intensivas de urgencia y, en ocasiones, hasta en los pasillos de los hospitales. Eso es dramático”, dijo Reina.
Lo mismo piensa Coronel: “Va muy rápido y, como se puede ser portador sano y estar contagiando, se llega rápido a lo exponencial. Otra cosa que llama la atención es cómo afecta a las personas de la tercera edad, o con defensas bajas“.
Como sea, es posible que la cuarentena generalizada y las limitaciones para los movimientos de personas y cosas hayan venido para quedarse un rato largo.
Fuente: La Nación