Ultiman detalles de la reglamentación del pago único a los sectores más vulnerables anunciado el lunes. Se espera una fuerte baja en la recaudación.
Encabezados por Santiago Cafiero, que entrada la tarde tenía previsto instalarse en la quinta de Olivos junto al Presidente, el gabinete económico se reunió durante más de tres horas en uno de los salones del primer piso de una desierta Casa Rosada para definir la implementación del plus salarial que el Gobierno otorgará a los empleados de la salud, de las fuerzas de seguridad y de Defensa que le hacen frente al avance del coronavirus mientras en todo el país se cumple el sexto día del aislamiento obligatorio y preventivo dispuesto por Alberto Fernández.
“Lo estamos decidiendo, aún no terminamos de definir el monto”, aseguró a Infobaey un grupo reducido de medios uno de los participantes del encuentro, a la salida del salón Eva Perón y bajo la atenta mirada de un par de custodios que guardaban una prudente distancia.
El Presidente dio la orden, en ese sentido, de avanzar con la instrumentación de un bono para ese universo de empleados que no están contemplados por la cuarentena dispuesta. Pero todavía se trabaja en el monto y en las fechas de la implementación. Había circulado que el plus podía ser de unos $30 mil pesos. Pero fuentes oficiales explicaron que Cafiero y el gabinete económico aún ultiman los detalles. Y que esa cifra suena un tanto por encima de lo previsto.
El jefe de Gabinete y los ministros Martín Guzmán, Claudio Moroni y Matías Kulfas; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y Cecilia Todesca, mano derecha de Cafiero, hicieron además un repaso de la situación económica e impositiva en torno a la crisis por la pandemia que tiene en jaque al planeta y a la Argentina.
En ese plano, Marcó del Pont tuvo un lugar destacado durante la reunión. Es que el Gobierno espera una “fuerte baja” en la recaudación de impuestos a raíz de freno en la actividad y los coletazos en la pérdida de los ingresos familiares.
En medio de la reunión, sin embargo, el jefe de ministros recibió un llamado del ministro Luis Basterra, que comunicó una buena noticia ante tanta zozobra: le avisó que los números por la exportación de granos habían sido buenos. El campo es una de las actividades exentas del aislamiento obligatorio dispuesto por el Poder Ejecutivo.
El Gobierno sigue con preocupación el “termómetro” social alrededor de la cuarentena. “¿Hasta cuándo aguanta el país aislado?”, es una de las preguntas que se formulan en la cúpula del oficialismo. La respuesta por parte del jefe de Estado y de sus principales funcionarios es, hasta ahora, unívoca: “Primero la salud, después vemos las consecuencias en la economía”.
En las más altas fuentes oficiales hay de todos modos un seguimiento diario de la evolución del acatamiento del aislamiento centrado en la preocupación ante supuestos desbordes sociales. “Es lógico tomar medidas de restricción, pero a veces los efectos secundarios pueden ser graves”, remarcó el gobernador Axel Kicillof, en permanente contacto con Olivos, entrevistado por Radio Metro, mientras el gabinete económico analizaba en Casa Rosada la situación actual.
El encuentro sirvió además para avanzar aún más en la instrumentación de la reglamentación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) anunciado el lunes por los ministros Moroni y Guzmán, un pago excepcional de $10.000 que se dará el próximo mes, en principio por una sola vez, a los sectores más vulnerables.
El seguimiento del Gobierno a esos sectores es constante. Y genera un alto grado de preocupación. “Sin coronavirus, el 52% de los chicos son pobres en la Argentina”, explicó después de la reunión un funcionario. “Esto significa la pérdida del ingreso familiar”, razonaba.
Fuente: Infobae