“La emergencia no da derecho a cualquier cosa y la compra de alimentos con sobreprecios, por parte del Gobierno nacional, roza lo intolerable”, disparó Pedro Galimberti, intendente de Chajarí y referente del radicalismo entrerriano al hacer referencia a la polémica sobre los alimentos comprados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación
Este lunes, tras conocerse la noticia de la compra masiva de alimentos destinados a sectores vulnerables, a precios mayores a los del mercado, Galimberti salió a patear el tablero y afirmó que hay que empezar a hablar de algunas cosas claramente y poner blanco sobre negro”.
“Estamos todavía en el período de bonanza que goza cualquier gobierno recién asumido. El Presidente goza de la confianza de los argentinos y le ha tocado un tiempo de gestión duro. Lo sabemos, y por eso lo acompañamos, pero lo que salió a la luz este lunes es la torpeza de un ‘Estado bobo’ que paga alimentos a lo que no valen, en un país que produce alimentos y donde los valores son fácilmente contrastables. No hace falta ser economista, para eso, sólo hay que andar un poco en la calle y conversar con la gente”, reseñó.
“Me cuesta creer que siendo un país esencialmente productor de alimentos, y teniendo todas las herramientas para regular y fiscalizar el valor de los mismos en toda la cadena productiva, tengamos que tolerar estas acciones”, aseveró.
Para Galimberti el presidente Fernández debería reafirmar su credibilidad ante la población y tomar el ‘toro por las astas’ y si eso implica desplazar a un funcionario debe hacerlo, porque lo acontecido da lugar a un sinnúmero de especulaciones. “Insisto -dijo Galimberti-, no planteo esto como una oposición al gobierno, lo que estoy señalando tiene que ver con la credibilidad de la gestión pública, de la que tanto hablamos, porque si nos amparamos en justificar los sobreprecios por la emergencia el Estado deja de ser bobo y se convierte en un ‘Estado vivo’, donde algunos sacan provecho en desmedro de los sectores más vulnerables”.
En cuanto a la ayuda social el Intendente remarcó que la misma no puede ser moneda de cambio y tampoco un mecanismo de enriquecimiento ilícito, tanto de funcionarios como de empresarios. “Por eso yo siempre hablo de un ‘Estado fuerte’, que es un Estado con capacidad y soberanía para plantarse ante quien sea necesario para establecer reglas. El Gobierno del Presidente Fernández lo venía haciendo. Cuando estableció el aislamiento social preventivo y obligatorio puso al Estado en el lugar que tiene que estar, regulando el ordenamiento social, pero esa representación se desvanece hoy, a la luz de los acontecimientos que empañan una gestión y le restan credibilidad a todos los que trabajamos con una idea diferente de lo que es la política y el servicio público”, concluyó.