El sostén emplea un sistema de monitoreo ultrasónico que permite detectar tempranamente el cáncer de mama. Fue desarrollado por un grupo de estudiantes suizos.
Un grupo de estudiantes de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, inventó un corpiño que cuenta con la tecnología para detectar el cáncer de mama en las primeras instancias de desarrollo.
El Smart Bra, como lo llaman sus creadores, utiliza un sistema de monitoreo ultrasónico que permite el escaneo de la mama en búsqueda de potenciales células cancerígenas.
De hallar un crecimiento celular abnormal, el sistema emitirá una señal de alerta a la usuaria, que deberá ponerse en contacto con un médico especializado en el tema.
La innvadora creación se basa en un método no invasivo que los alumnas de la instituto suizo desarrollaron junto a IcosaMed, una compañía dedicada a la prevención del cáncer mediante ropa inteligente, inteligencia artificial y análisis de big data.
La tecnología empleada en el sujetador concede la posibilidad de “miniaturizar” los sistemas de detección con el objetivo de que los sensores piezoeléctricos -funcionan mediante tensiones mecánicas- quepan en la prenda sin que esto resulte incómodo para quien la use.
Los inventores e impulsores de este novedoso diseño tienen en mente sacar a la venta el corpiño inteligente en dos instancias.
La primera involucrara la comercialización del producto para mujeres que ya hayan sido diagnosticadas con cáncer de mama, con el fin último de seguir la evolución de cada caso en particular.
Una vez probado su funcionamiento en ese grupo, los estudiantes lo sacarían a la venta para el resto de las mujeres en 2021.
Cabe recordar que, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, se producen 5600 fallecimientos anuales por cáncer de mama en Argentina y es la primera causa de muerte por tumores en mujeres.
Además de aconsejar llevar un estilo de vida saludable y practicar actividad física regularmente, desde la cartera de Salud alientan a realizarse mamografías cada dos años entre los 50 y los 70 años, y exámenes clínicos de las mamas, ya que la detección temprana es vital para una recuperación completa.