“En la provincia son entre 400 y 500 los trabajadores que han quedado en la calle, mientras que a nivel nacional hay entre 40 mil y 50 mil que ya han sido expulsados de los establecimientos por el cierre de sus puertas”, afirmó el secretario General del Sindicato de Hoteleros y Gastronómicos de Entre Ríos, Hugo Permayú
El cierre del Hotel Don Marcos en Paraná, que se suma al Plaza Jardín que cerró hace menos de un mes, ha generado un impacto grande en el sector y es una muestra más de la difícil situación por la que atraviesa el rubro a causa de la pandemia.
“Es un hotel que tenía más de 40 años de actividad, era de una familia que siempre había trabajado bien, que nunca había tenido problemas con sus empleados. Era una empresa seria y responsable, y ahora no queda nada de ella”, lamentó Permayú.
“Cada día que pasa el desamparo sigue creciendo y lo peor de todo es que la incertidumbre es enorme porque no sabemos hasta cuándo va a durar esto”, expresó.
Consultado por esta Agencia, dijo que “en Paraná hubo aproximadamente cien despidos directos por el cierre de establecimientos” y hay otros tantos empleos que están pendiendo de un hilo porque seguramente más comercios bajarán sus persianas.
Agregó que en la costa del Uruguay la situación “es más grave” e indicó que en la provincia son “entre 400 y 500 los trabajadores que han quedado en la calle, sin la posibilidad de trabajar, mientras que a nivel nacional hay entre 40 mil y 50 mil que ya han sido expulsados de los establecimientos por el cierre de sus puertas”.
“Si bien algunas empresas, bien conformadas y que tienen todo en regla han accedido a la ayuda de los ATP, ese monto está muy lejos de lo que necesita cada familia para subsistir. Además, la empresa debe pagar su parte y en muchos casos no lo está haciendo”, acotó.
“Después de cinco meses con los negocios cerrados y sin que ingrese un solo centavo es muy difícil mantener a los trabajadores y hacer frente a los costos fijos como alquileres y luz”, añadió.
Finalmente el dirigente sindical señaló que “los locales gastronómicos a futuro tienen alguna posibilidad de salir a flote y reconvertirse: por ahí cierra un establecimiento y luego puede abrir otro, con otro nombre u otra razón social, pero cuando cierra un hotel es casi imposible que reabra”.