En la tarde de ayer, un grupo de vecinos se acercaron a la casa de la Concejal de Cambiemos a solicitarle “explicaciones” sobre la decisión tomada ante el Proyecto de Ordenanza de Venta de lotes en manzanas aledañas al Club Almirante Brown porque creían que la posibilidad de acceder a una vivienda fue cortada.
Ante esta actitud hay que dejar en claro que los Ediles, son los representantes de toda una comunidad, y en este sentido es que deben obrar para cuidar, proteger y proponer ordenanzas que tengan la mirada en el bienestar general, salvaguardando el patrimonio de toda una comunidad.
La labor de los representantes de un pueblo no es una función sencilla, sabiendo que, aún actuando con honestidad, serán discutidos por sectores que tal vez no estén debidamente enterados de cómo fueron planteados los hechos. Toda institución o ciudadano a veces tiene una mirada particular o personal de cada medida y en muchos casos esperan que cada decisión que se toma los tenga como exclusivo beneficiario.
En este caso, los concejales dieron clara solución a la demanda habitacional, logrando cambiar 5 lotes por dos quintas, lo que además con algo que parecería pasar desapercibido, un ahorro de 3 millones de pesos que se había impuesto en el Proyecto del Departamento Ejecutivo. No es un detalle menor en donde cada peso debe ser cuidado de manera responsable.
Con este proyecto aprobado, federaenses podrán disponer de 180 lotes para la construcción de viviendas. Un paso fundamental para comenzar a proyectar el tan deseado Techo Propio. Seguramente no es una solución inmediata, pero si un gran punto de partida, desde el cual Adjudicatarios y Estado deberán seguir buscando alternativas para que prontamente el fin sea materializado.
Las movilizaciones genuinas, desde el mismo vecino, pueden convertirse en una manera de ser escuchados. Pero también es cierto que los representantes en el órgano legislativo son quienes deben ser receptores de estas inquietudes y que el tratamiento de las mismas debe ser de manera institucional.
Ésta intervención institucional asegura el debido encauzamiento de la demanda del ciudadano, que muchas veces es incitado por intereses que no aportan a la solución, dañando incluso la gobernabilidad de la administración de turno. Ningún conflicto social puede traer soluciones.
Vivir en permanente estado de conflictos no es saludable para las sociedades y los gobiernos, la solución puede estar en manos de la clase política, según el momento económico, porque son quienes deben administrar bien los bienes y los recursos comunes, no de las movilizaciones sociales, que en algunos casos pretenden más un “apriete” dirigido, por quienes se meten en la disputa con el solo fin de generar incomodidad a quien no piensa igual.
Ante situaciones adversas se debe buscar el dialogo, el consenso, la sociedad debe convivir entre normas esenciales que aporten orden, estabilidad, convivencia y predictibilidad. En momentos tan complejos, debe primar la calma y la razón.