Un triple homicidio ocurrió en horas de la siesta de hoy, alrededor de las 15, en calle Las Camelias, entre Ovidio Lagos y Mihura, de Paraná.
Según informaron testigos, una persona a bordo de una moto llegó a la zona y disparó. De esta manera, terminaron con la vida de dos hombres que “se habrían estado por subir a un auto blanco”.
Después, el atacante se dirigió hacia otro lugar y ultimó a un tercero, que “se escondía en una casa”.
Fuentes vinculadas con la investigación confiaron a ANÁLISIS, que, de acuerdo a testigos ocasionales del hecho, se trataría de una disputa ocasionada por cuatro hombres: uno de ellos conducía una moto tipo Tornado de color rojo, quien disparó a otras tres personas.
En calle Las Camelias, se encontraron dos cuerpos fallecidos. Fueron identificados como Laureano Alejo Morales de 20 años, y Germán Herlein; mientras que por calle Ovidio Lagos -dentro de un predio- estaba el cuerpo sin vida de Cristian Walter de Barreto, de 43 años.
Los investigadores ubicaron al menos seis vainas calibre 9 milímetros y ahora rastrean a un automóvil particular Vento, de color negro, que se cree también podría estar involucrado en el sangriento hecho.
En el lugar las actuaciones son dirigidas por el fiscal Martín Wasinger, quien cuenta con el apoyo profesional de la División de Homicidios, pero también de los técnicos de Criminalística y demás personal Policial interviniente.
Por el momento, la hipótesis más robusta es que Morales, Herlein y Barreto estaban en la vereda del frente de la casa de este último, cuando se acercó una moto y les disparó. Cuando caen al suelo, fueron rematados con un tiro en la cabeza. Este hecho, para los investigadores “sería toda una firma” propia de los sicarios, más precisamente los vinculados con el narcotráfico.
Una cuarta persona se salvó casi de milagros, porque pudo trepar a un tapial y huir de la escena. Cruzó corriendo la calle e ingresó en un baldío sin tapial, pero con mucho pasto alto. Se tiró cuerpo a tierra y el de la moto si bien le disparó, creyó que como estaba en esa posición había fallecido y continuó su despliegue de sangre por calle Ovidio Lagos, donde último a Cristian Walter Barreto.
Barreto vivía en el Nordelta de Tigre, Provincia de Buenos Aires y solía llegar hasta Paraná los fines de semana. Por eso nadie duda que hubo una entrega. Hay que tener en cuenta que en el frente de la casa de los Barreto predomina un portón ciego. Ellos salieron a la vereda por algún pretexto y se ubicaron a la sombra de un árbol. Alguien avisó que estaban afuera, como tantas veces, y el sicario arriba de la moto se acercó y comenzó los dispararon que ultimaron a estas tres personas. Ahora el dato que están detrás los investigadores, además de la moto de color rojo, es el Vento de color negro.