Jesús Aispurú, médico veterinario a cargo de la Dirección de Zoonosis de José C. Paz, repasa su vida con el peronismo desde la década del 70 cuando estudiaba en Corrientes. Además, destaca el trabajo realizado por Mario Ishii en la localidad: “La transformó, es irreconocible a lo que era cuando arrancamos en 1999”.
De una ciudad a otra en busca de diferentes objetivos. Así se puede definir la vida de Jesús Aispurú. Nació en Federación, en el nordeste de la provincia de Entre Ríos: “Era un pueblo muy chiquito, que hoy es un lugar turístico”, recordó. Luego de culminar los estudios secundarios, viajó hacia Corrientes para formarse como médico veterinario. Y desde el Litoral llegó a la Zona Norte del Conurbano, para instalarse en José Clemente Paz y con el tiempo convertirse en dirigente político cuando “con Remigio López queríamos renovar el partido”. Siempre con el peronismo entre sus venas, en una charla en la que habló “a título personal, no como dirigente”, expresó sus convicciones y mirada sobre la actualidad del movimiento y del país.
“Mi familia era antiperonista por una cuestión sencilla. Era muy católica y me contaron que cuando me bautizaron en el 53 todos los tanques apuntaban hacia la Iglesia”, describió Aispurú, quien eligió el camino del peronismo porque “era rebelde como todo joven y pensamos que Perón era la salida. Por eso empecé a militar en la Juventud, que se fue transmitiendo desde el secundario”. Enseguida rememoró sus tiempos de formación profesional: “En la facultad estuvimos un tiempo proscriptos (…) La característica es que por la militancia luchábamos y arriesgábamos la vida. En el propio Proceso salíamos a pintar las paredes”.
En 1997, Jesús conoció a Mario Ishii, quien actualmente transita su quinta mandato como intendente. “En el 95 ganó Glaría la intendencia y yo me conecto con Mario dos años después. Empezó una relación política y en el 99 ganamos una de las internas más peleadas. Es que no es fácil triunfar contra un aparato y un intendente. La ganamos a fuerza de militancia”, valoró este dirigente que, entre otros cargos ocupados en las últimas dos décadas, fue diputado provincial por Buenos Aires entre 2003 y 2007, también cumplió el rol de primer legislador de José C. Paz y ahora está a cargo de la división de Zoonosis.
-Lleva muchos años en la zona, ¿cómo era en su momento José C. Paz
cuando empezaron a gestionar?
-José C Paz es un distrito netamente peronista. Siempre dije que era el patio
trasero de General Sarmiento, que así se llamó hasta 1995 y abarcaba Malvinas
Argentinas, San Miguel y José C. Paz. Nadie venía acá. Mario Ishii la
transformó con obras. Hizo cuatro hospitales, una Universidad Nacional donde se
estudia abogacía y ahora se inauguró la Facultad de Medicina con más de 100
aulas, un hospital oncológico, muchísimas escuelas, entre ellas una de oficios,
se avanzó en asfalto. Se transformó José C. Paz, es cierto que falta mucho,
pero es irreconocible a lo que era cuando arrancamos. ¡No teníamos nada! Cuando
asumimos en el 99 habían cortado el agua por falta de pago. En esas
circunstancias se tomó el gobierno.
-La Universidad Nacional es muy importante para el paceño…
-La gran herramienta que tiene una persona es el estudio no solo para triunfar
en la vida sino que te abre la cabeza y te hace pensar. Es muy importante no por
tener un título sino lo que significa el crecimiento como persona. También la
inclusión de una universidad, como le dije al intendente, puede dar una vida
económica al lugar. Yo que viví en Corrientes mientras estudiaba puedo decir
que se puede “vivir” del estudiante. Una familia que tenga una casa grande
puede alquilarle una habitación o dos o por ejemplo recuerdo que otras personas
se dedicaban a hacer viandas económicas para alimentarse. Seguramente vendrán
de otros distritos o del Interior del país y deberán alquilar algún espacio.
-¿Cómo fue el trabajo durante la pandemia?
-Se hizo mucho hincapié, hay un hospital exclusivo para el tratamiento de los
pacientes con COVID-19. Aquí se aplicó un antiparasitario veterinario, la
Ivermectina, que actúa en forma preventiva, y ahora se autorizó por el sistema
de salud. Está comprobada la eficacia junto al plasma y José C. Paz fue uno de
los pioneros en utilizarla. Como el intendente es muy observador y sumamente
inteligente y le dijo al secretario de salud que probara con ella y así
ocurrió. Aquí donde hay una familia positiva se considera positivos a todos los
contactos, a parte de los hisopados, hay un llamado diario, también se le
llevan los alimentos para que nadie salga ni entre a la casa. Es un trabajo hecho
a conciencia.
-¿Qué balance hace del
2020 en José C. Paz?
-Si uno observa el costo-beneficio, fue positivo. Aquí no hubo un desmadre y sí
un asistencialismo impresionante. Se han cuatriplicado los comedores y la
mercadería a los distintos centros. El peronismo de aquí está compuesto por
agrupaciones que las conduce de manera muy efectiva Mario, que es el presidente
del partido. Aquí se priorizó la salud, ahora se está aliviando y hay obras de
infraestructura, principalmente, cloaca y agua corriente.
-Hablando de obras,
desde 1999 se avanzó mucho.
-De todos los períodos donde más creció y tuvimos mucha ayuda, prácticamente
nos daban lo que pedíamos, fue con Néstor Kirchner entre 2003 y 2007. Fue el
período en el que más obras se hicieron. Hay que tener en cuenta que José C.
Paz es muy pobre, sólo el 30% de la población paga los impuestos, por eso si no
recibimos de la coparticipación y una ayuda extra de Nación y Provincia se
dificulta muchísima. No hay que olvidarse que entre 2015 y 2019 teníamos un gobierno
en contra tanto en Nación como en Provincia. Trataban de generar desgaste a los
intendentes del Conurbano. Ellos saben que mientras haya una conducción fuerte
como la de Mario Ishii será difícil que puedan meterse a gobernar. Y doy un
ejemplo: en el 2011 enfrentamos a Scioli en la interna y aquí ganó Mario, eso
marca el poder político que tiene.
-Como peronista, ¿qué
valor le otorga a Néstor Kirchner?
-Mucho. Para mí fue el último gobierno peronista que tuvimos, en esto no
involucro al intendente, sino corre por cuenta mía. Yo no coincido con el
pensamiento ni la forma del kirchnerismo, no comparto su estilo de trabajo. Me
parece un grupo muy cerrado. Recuerdo que cuando era diputado, el candidato de
nosotros era Reutemann y no quiso, lo buscamos al “Gallego” De la Sota pero no
movía el amperímetro. Iba a ganar Menem y corríamos el riesgo de perder la
elección general. Recuerdo que una semana antes vino a José C Paz “Chiche”
Duhalde y decidimos apostar por Néstor. Se perdió la primera vuelta, pero acá se
ganó. A partir de ahí vino el gran cambio. Veníamos de la crisis del 2001. Sí,
hay que reconocer que el cambio lo empezó Duhalde con Remes Lenicov y lo siguió
Lavagna con Kirchner.
-¿Qué significa Mario
Ischii en la localidad?
-Mario Ischii es el patriarca, si vale el término. Este es un distrito muy
difícil, hay muchos políticos y si no tenés una conducción fuerte… Más en el
peronismo que cuenta con una conducción vertical. Cuando Mario fue senador
tuvimos una intendencia que no tenía el poder de conducción, o sea todos le
respondían a Mario y tuvimos bastantes problemas, a tal punto que tuvo que
pedir licencia y volver sino se corría riesgo de perder el distrito.
Aispurú es una persona muy amable y cordial, de convicciones y sin temor a opinar. “Yo digo lo que pienso, uno luchó mucho por la vuelta de Perón y sufrí las persecuciones. Yo veo que ahora es fácil ser peronista, te puedo asegurar que en el 70 y el 71 ni siquiera podíamos gritar “Viva Perón” o cantar la marcha”, aseguró el veterinario y aportó una mirada crítica de aquellos años: “Acá hubo un gran egoísmo. Todos sabíamos que Perón estaba en la última etapa, cuando dijo ‘para un argentino no hay nada mejor que un argentino’, charló con Balbín y le ofreció la vicepresidencia. Y el radicalismo no lo dejó porque sabían que se iba. Las cosas hubieran sido distintas al fallecer Perón y quedarse Balbín. Era una unidad nacional concreta y no de palabra”. Y comparó con la actualidad: “Ahora se fomentó una grieta que salen favorecidos dos grupos y perjudicado el país. En esta grieta se retroalimentan los grupos”.
-Usted tiene una mirada
crítica sobre la militancia de hoy.
-Totalmente. Una mirada muy crítica hacia el kirchnerismo. Yo soy cercano a
Mario y le digo que soy un dinosaurio. Mientras nos entretenían con los
pañuelos celestes y verdes se estaba votando el ajuste a los jubilados con la
inflación. Entonces no es de peronista.
-¿Qué balance hace de la
vuelta del peronismo al gobierno?
-Hasta el momento fue el día a día. Acá no hay un proyecto. Lo más positivo que
vi fue el arreglo con los acreedores, ahora hay que ver cómo se termina de
acordar con el Fondo Monetario Internacional y después se verá cómo sale. Hay
mucha emisión y la inflación está elevada, también han cerrado muchos negocios,
hay desocupación y el 50% es pobre. Es difícil.
-Alguna reflexión para
el final.
-Hablé lo que sentía. Sé que a algún compañero o político no le va a gustar lo
que diga, yo en la vida voy a seguir luchando para mejorar esto. Por ejemplo
soy un defensor de las dos vidas. He discutido mucho por este tema. Evita ha
dicho “el vientre es lo más sagrado que tiene la mujer porque es capaz de dar
vida”. Creo que había que buscar otras alternativas, pero es muy largo. Todos
tienen sus razones. Las cosas van progresando, quizá sea lo mejor. Hay médicos
que afirman que esta ley no significa que vayan a aumentar los abortos sino que
van a disminuir las muertes de las madres y quizá tengan razón. Para nosotros
hablar de aborto era un sacrilegio hace 20 ó 30 años. A mí en la facultad me
enseñaron que hay vida desde la concepción. Mi punto de vista es que es un
asesinato. Yo no sé por qué Alberto se metió a largar el proyecto, quizá la
mejor manera era a través de un plebiscito a la población en las elecciones. Me
parece que es un tema delicado que supera lo político. Lo que me indignó es que
se festeje como un campeonato mundial.
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