El futuro presidente del Comité provincial de la Unión Cívica Radical (UCR), Jorge Monge, analizó la actualidad partidaria y provincial, y habló de los desafíos que le esperan en su nuevo rol en la conducción radical.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Monge estimó que “en la primera semana de mayo” sería su asunción formal pero aclaró que “ya se comenzó a dialogar con algunos dirigentes, a escucharlos para ver cuáles son sus demandas de lo que debería ser el Comité y ponernos a disposición”. Al respecto, reflexionó que “parecería que estos son tiempos de consensos y hay un clima distinto en la dirigencia radical, con menos asperezas”.
En ese contexto, planteó que “el desafío es construir un liderazgo colectivo que le dé la posibilidad al radicalismo de Entre Ríos de plantear fuertemente la vocación de poder y elaborar un proyecto de provincia”. “A nosotros nos gusta mucho hablar del pasado y la historia pero lo que el entrerriano está esperando es el abordaje de los graves problemas que tiene hoy Entre Ríos y sobre todo meter futuro en el mensaje que debe ser modernizado, para ponerse a tono con los tiempos”, definió.
Consultado por la realidad del radicalismo, consideró que “hay posibilidad de un reverdecer” y como ejemplo mencionó que “lo que ocurrió en provincia de Buenos Aires con figuras nuevas como (Martín) Lousteau, (Facundo) Manes, Maxi Abad”. “En Entre Ríos se ha generado un movimiento que no integro pero que ha generado alguna expectativa con mayor presencia del radicalismo en los medios y en la sociedad. Tenemos nuestra esperanza, es difícil pero vamos a apostar a reinstalar la rutina de la discusión y el debate político como manera de establecer nuestras propuestas y definir posibles políticas públicas a través del debate y de la inclusión de todos los sectores, como los jóvenes y con presencia en sectores sociales y demás”, sentenció.
Respeto de la efectivización de alianzas en el año electoral, Monge afirmó que eso “deberá resolverlo el Congreso” pero estimó “que la mayoría de sus miembros estarán contentes en ratificar políticas de alianzas”. “Hoy mundialmente la política está yendo hacia las coaliciones y no veo porqué tengamos que salir, lo que hay que replantear son los términos y la presencia del radicalismo debería ser un poco más acentuada a nivel nacional y también en la provincia”, analizó.
En tal sentido, apuntó que “el radicalismo por su presencia y su capilaridad territorial, y en la medida en que nos fortalezcamos y nos hagamos más ricos en el debate y en expresar una propuesta progresista, los espacios se ganan por presencia y por prepotencia de trabajo”.
Sobre la relación con el PRO, consideró “en lo personal” que “hay que bajar los decibeles de la grieta porque no nos conduce a nada y obtura la posibilidad de discutir a fondo propuestas alternativas y también lo que el propio gobierno nacional plantea. Si lo rechazamos con un ala dura no le hace bien a la política, ni a las instituciones, ni a Cambiemos ni al radicalismo”. “Hay que poner la mayor racionalidad pero eso no significa no denunciar los atropellos institucionales del kirchnerismo, la corrupción, el tema de las vacunas, y demás, pero no hay que profundizar la grieta”, opinó.
En cuanto a la realidad del gobierno provincial, Monge aseguró que “a la provincia la vemos complicada”. “Se habla de crisis pero la crisis conceptualmente implica algo transitorio, coyuntural, y acá venimos en una decadencia más que crisis. Hace muchos años que la provincia pierde lugares en términos relativos con relación a otras provincias. Y de esto la responsabilidad central es del peronismo porque de 38 años de democracia que se cumplen a fin de año, el justicialismo ha gobernado 30 años en la provincia y el radicalismo solo gobernó 8 años alternados. Llevamos ahora 18 años, vamos a concluir con 20 años de peronismo en el 2023 y la provincia claramente está peor”, sentenció.
Finalmente, dijo que la polémica por las vacunaciones VIP “es un tema preocupante, cuando debería ser absolutamente transparente y sin picardías o adelantamientos en la cola”. “Es un tema muy delicado porque está en juego la vida, la salud, los mayores, y el gobierno nacional ha tenido un exceso verborrágico que se le vuelve en contra muchas veces. Ha habido un mal manejo en toda la cuestión de la pandemia y en la vacunación”, concluyó.