El neurocientífico se prepara para arrancar la campaña alejado de la grieta y con la idea de superar los fracasos que incluyen el gobierno de Macri.
Entre las definiciones que dejó al confirmar su candidatura, Facundo Manes enunció como objetivo que el radicalismo lidere una coalición de centropopular. Crítico del gobierno de Mauricio Macri, el neurocientífico ajusta su discurso de campaña en el que buscará tomar distancia del PRO y de la grieta con el kirchnerismo, “cambiar el semblante” al espacio o al menos darle a su lista ese posicionamiento, mientras avanza personalmente en las negociaciones con Margarita Stolbizer, Joaquín De la Torre y Emilio Monzó.
A poco más de una semana de anunciar su postulación, Manes viajó a Corrientes para compartir una actividad con el gobernador Gustavo Valdés y descansar con su familia en los Esteros del Iberá. En los últimos días se dedicó al armado -con su hermano Gastón, convencional de la UCR, y Maximiliano Abad, titular del Comité Provincia- y a prepararse para arrancar con las entrevistas. “Primero tiene que haber definiciones claras sobre cómo va a ser nuestra coalición dentro de la coalición”, tomó el recaudo antes de levantar el perfil, en palabras de uno de sus colaboradores.
El publicista Ramiro Agulla y los estrategas de campaña Daniel Ivoskus y Gastón Dowek ya trabajan en su perfil de candidato. Uno de los ejes a ajustar será el posicionamiento dentro de Juntos por el Cambio y en relación al PRO, un espacio con el que “no hay una relación de afinidad” por parte de Manes. Incluso tomó bien la competencia contra una boleta encabezada por Diego Santilli, más allá de la intención de máxima de la UCR de acordar una lista de unidad con el médico en el primer lugar.
El rechazo de Manes al macrismo viene de 2017, la primera vez que quedó cerca de ser candidato. María Eugenia Vidal le ofreció ir en la lista de la provincia, Mauricio Macri se oponía y al neurólogo le molestó la versión de que finalmente no se postuló porque no aceptó ir detrás de Graciela Ocaña. “Eso fue un invento. No querían que Facundo hablara en la campaña, lo único que les interesaba era la foto para ‘acompañar a la leona’”, aseguraron cerca de Manes.
El director de la fundación INECO fue crítico del gobierno de Macri, con el foco en la falta de inversión en salud, ciencia y tecnología, y también del de Vidal. De la ex gobernadora cuestionó que no avanzó su proyecto de desarrollo del capital mental de los niños: “Lo único que hicieron fue publicarlo en la web”. En ese momento también hubo reproches para el radicalismo: “Pensaba que el partido iba a exigir más, tal vez no tenía la fortaleza para hacerlo”.
Esta vez, antes de confirmar su candidatura, se aseguró en reuniones previas con Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, Mario Negri, Martín Lousteau y Ernesto Sanz, entre otros, que la UCR en esta etapa buscará plantarse de otro modo ante el PRO. En esas charlas le devolvieron que su paso a la política electoral empujaría en ese sentido. “Necesitamos un candidato competitivo en Buenos Aires. Para que el próximo presidente sea radical, el momento de parar el partido es ahora”, lo apuró el gobernador de Jujuy.
Manes también pasó por las oficinas de Macri en Vicente López. El ex presidente en este caso lo alentó a competir en las primarias contra el PRO, con un sorpresivo impulso hacia 2023: “Si nos ganás, quedás bien posicionado”.
De acuerdo con la mirada de los radicales uno de los puntos positivos del neurocientífico para esta campaña será su posibilidad de tomar distancia del gobierno de Cambiemos, con el objetivo de neutralizar la estrategia del Frente de Todos de remitir a Macri y en la provincia de Buenos Aires también a Vidal. “Para Facundo, hay que aprender de los fracasos”, adelantó uno de los estrategas de la campaña.
También buscará evitar la confrontación extrema con el kirchnerismo: “La grieta hizo que se perdieran muchos años de la posibilidad de que Argentina saliera adelante. Vamos a dar la discusión concreta sobre políticas públicas para mejorar los temas más urgentes, y orientadas al desarrollo a partir del conocimiento y la educación”.
Manes encadenó reuniones para avanzar en acuerdos y armar una lista con impronta “panradical” pero a su vez más amplia, con dirigentes del peronismo y de “centropopular”. Cuando habla de “cambiar el semblante” se refiere a salir de las posiciones duras y de centroderecha del PRO: “Que la coalición no sea tan amarilla”.
Stolbizer fue la dirigente que celebró de manera más explícita su candidatura y su nombre se instaló como posible para el segundo lugar de la lista, aunque no está definido: la idea es anudar todas las negociaciones y después anunciar los integrantes de la boleta. Las negociaciones con el GEN incluyen la incorporación de ese partido a Juntos por el Cambio en otros ochos distritos.
El neurólogo a su vez almorzó con Monzó, acompañado por Lousteau. El ex titular de la Cámara de Diputados tiene un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, aunque aspira a pelear por la gobernación bonaerense y rechaza el paso de Santilli a la provincia. El acercamiento con los radicales está avanzado e incluso sonó para el tercer lugar de la boleta. Esas negociaciones generaron tensión cerca del jefe de Gobierno. “A esta altura que haga lo que quiera”, le dedicó a Monzó un alto funcionario porteño.
Más inclinado todavía a integrar o a empujar la lista de Manes quedó De la Torre. Luego de amagar con acordar con Florencio Randazzo, el ex intendente de San Miguel confirmó que seguirá en Juntos por el Cambio pero tampoco avala la postulación de Santilli. Podría tener un casillero en la boleta encabezada por Manes.
Otro de los propósitos será contener a Gustavo Posse, derrotado en la interna partidaria de marzo por poco margen y que sostiene que encabezará una lista aparte.
Del lado de Santilli se ubicó Elisa Carrió, la que más raspó a Manes hasta el momento. Las críticas de la fundadora de la Coalición Cívica pusieron en duda la intención de una primaria “civilizada” declamada desde ambos sectores.