A pocos días de la PASO el terreno político parece interesarse exclusivamente en la interna de JxC, único espacio que dirime con tres listas encabezadas por Galimberti – Frigerio – Gonzales. Esta última sin vuelo provincial y base solo en la ciudad de Paraná.
En el oficialismo provincial, pese a diferencias internas, Bordet logro consensuar una lista encabezada por Cresto, electo intendente de Concordia, pero de licencia por ocupar un cargo nacional. Las encuestas mostraban un terreno pantanoso para el PJ entrerriano, por cuanto, un funcionario con la billetera del ENOHSA parecería ser la mejor oferta electoral.
Frigerio fue ministro de Macri hasta diciembre 2019. Lógicamente es más conocido que sus contrincantes. Su armado político tiene el molde del PRO. Arregló ya el año pasado con Benedetti, actual diputado y cuyo mandato termina en diciembre, entendiendo que con ese sostén disciplinaria a todo el radicalismo y sería una sola la lista del espacio JxC. No escapa al prototipo de montaje político, centralista, dirigido desde Buenos Aires y común al sistema que tiene el partido de Macri.
El acompañamiento de la estructura militante radical que esperaba Frigerio, sobre todo en el interior, bajo el comando de Benedetti, se fue disgregando desde el comienzo. El actual diputado radical es una figura desgastada, que viene siendo candidato en Entre Ríos desde el 2007. Su arreglo con el macrismo le permitió contener; desde las representaciones legislativas; algunos espacios de poder, que hoy parecen desperdigarse.
En verdad las bases radicales, los militantes de pueblos y ciudades rechazaron desde el primer día este acuerdo; y su poder, en el radicalismo está muy menguado.
Frigerio también en el PRO tiene internas. Se marcaron en la elección de autoridades partidarias, donde los denominados PRO Democráticos de la mano del concordiense Roberto Niez le arrebataron la minoría y la conducción de varios departamentos. Estos hoy juegan con Galimberti.
El intendente de Chajari, que encabeza la otra lista, es acompañada por varios intendentes y figuras relacionadas con el quehacer municipal. Scheinder es intendente por tercera vez en Crespo, Plamenger es vice intendente de Ramirez, Cornejo es intendente de Caseros (departamento Uruguay), Ivone Jaurena es concejal en Feliciano, Franco es secretario de gobierno de Bovril (departamento La Paz) y tiene el apoyo de otros intendentes como Rafael Cabagna (Nogoya) – Carlos Weis (Viale) – Hernan Kisser (Hasenkam) y dirigentes históricos del radicalismo como el presidente del bloque de diputados Gustavo Cusinatto.
La estructuración de esa fuerza política es de principio de este año. Muchos predecían una corta vida, y el círculo rojo de la política radical le daba pocas chances de vida, e incluso vaticinaban que terminarían en algún acuerdo de cúpula. Se equivocaron.
Basados en solo encuestas de conocimiento, desde las filas de Frigerio siempre se sintieron triunfadores, es más, señalaban hace un tiempo que Galimberti ni siquiera lograría el piso necesario dentro del espacio para integrar la lista.
Pero surgió los que desde la fila de Galimberti llaman “la ola militante”. Una estructura de base singular con mucho apego en pueblos del interior, integrada por dirigentes que estaban en sus casas sin participar y sobre todo jóvenes, a los que Galimberti – Salinas – Schneider fueron capaces de motivar e integrar.
Con la incógnita de Paraná, el principal distrito electoral, donde el Varisquismo va con candidato propio (Lucia Varisco) y por fuera del radicalismo – PRO y Concordia, donde históricamente el PJ triunfa por alto margen, los resultados provinciales son inciertos.
A esta altura nadie pone en duda que Galimberti – Salinas – Schneider le están dando una muy buena pelea a Frigerio – Antola – Benedetti. Ya no se señala que no logrará la minoría, sino por el contrario, que están en buena senda, y que en varios departamentos está arriba en la consideración del votante.
Sin dudas el lunes 13, con los resultados en la mano, habrá un reacomodamiento en JxC. Aspiran llegar a la gobernación en 2023. Estas PASO serán una prueba para dirigentes, y reacomodará, seguramente, figuras en el centenario partido.
Por el lado del peronismo oficialista también. Muchos intendentes justicialistas tendrán que mostrar que mantienen la adhesión local que los llevó al gobierno, y muchos funcionarios de alto rango serán mirados por el comportamiento del electorado en sus departamentos y ciudades.
La semana que viene inicia una nueva etapa en la política entrerriana, sin dudas.
(*) Redacción Informe Ciudadano