El ex diputado provincial Alberto Rotman (UCR) se refirió a los alarmantes índices que difundió el Indec y que colocan a Concordia como la ciudad más pobre del país • “Tal vez sea el tiempo de la autocrítica para quienes, en nombre del peronismo hoy devenido en kirchnerismo, condujeron -desde el advenimiento de la democracia y durante 38 años en forma ininterrumpida- la vida democrática de Concordia, 30 años la de Entre Ríos y 26 años la nacional”, sostuvo
“La otra catástrofe que azota a Concordia: Cuando la pobreza se transforma de epidémica en endémica”, se titula la columna de opinión de Alberto Rotman sobre los índices de pobreza.
“Como persona, duele opinar sobre la pobreza, ya que detrás de los números fríos que marcan las estadísticas, están los seres humanos”, sostuvo Rotman al hacer referencia a los datos del Indec para el primer semestre del año, que señalan que la pobreza alcanza al 40,6% de la población y la indigencia comprende al 10,7% de los argentinos. “La paradoja de un país que podría alimentar a 400 millones habitantes del planeta”, expresó.
“En el caso puntual de Concordia, los índices, son aún peores. Sobre una población de 170.033 habitantes, el 56,1% es pobre y el 15,8%, indigente. Si cuantificamos estos porcentuales, podemos inferir que: 91.000 habitantes de la ciudad no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas, mientras que otros 25.600, carecen de toda posibilidad de alcanzarlas”, afirmó el dirigente radical.
“Esta es la realidad actual de una ciudad que llegó a ser la capital económica e industrial de Entre Ríos; realidad que hoy se confronta con otras categorías: “Concordia, la ciudad más pobre del país” o “Concordia, la capital del peronismo entrerriano”. ¿Casualidades o consecuencias?”, se preguntó.
“Tal vez sea el tiempo de la autocrítica para quienes, en nombre del peronismo hoy devenido en kirchnerismo, condujeron -desde el advenimiento de la democracia y durante 38 años en forma ininterrumpida- la vida democrática de Concordia, 30 años la de Entre Ríos y 26 años la nacional”, sostuvo.
“Tal vez sea el tiempo de la reflexión para que nuestros gobernantes recuerden la verdadera Justicia social que Eva Perón les enseñó y encuentren, entre otras cosas, la manera de transformar la entrega discrecional de planes sociales, como si fuera una dádiva, en espacios de trabajo que dignifiquen a los hombres y las mujeres que los necesitan, y no utilizar como hasta hoy, a la pobreza como herramienta electoral”, sentenció el dirigente radical.
“Las dádivas solo sirven para aliviar una situación coyuntural y no para salir de la pobreza, ni estimular la movilidad social”, acotó.
“Tal vez, sea el tiempo de pensar que ahora, cuando la pobreza está haciendo estragos, debamos tener gobernantes con ideas claras, visión futura y mucho coraje, y no trabajar solamente para juntar votos a cualquier costo. Además, quienes representamos a distintos sectores políticos y sociales debemos asumir con responsabilidad y convicción, la necesidad de trabajar para que Concordia deje de ser la ciudad más pobre del país y vuelva a ser la ciudad que merezca ser vivida”, concluyó.