Estamos a mediado de enero. Parecen muy lejanos los días –aunque solo pasaron un puñado de semanas- en que el gobierno sufriera en las elecciones de medio término un tremendo cachetazo. No se percataron. Tampoco asumieron. La soberbia, además, no le permite un análisis crítico. Algunos pocos lo hicieron. Prometieron cambio de rumbo y reemplazo de funcionarios que no funcionaban.
El fuerte rechazo social se reflejó en las urnas. A nivel nacional perdieron por 8 puntos y en Entre Ríos fue escandalosa la derrota. Aquellos pocos que hicieron la lectura prometieron, una vez más, cambio de rumbo, con también reemplazos de funcionarios. Otros, como Berni, se dieron separados y anunciaron su retiro honroso.
Allí comenzó la ronda de anuncios. La etapa ideal para hacer los cambios era durante el receso de las fiestas y luego del 10 de diciembre. Mitad del mandato. Bordet dijo públicamente: “habrá cambios en el gabinete”. Responsables comunales también lo recalcaron: “es necesario oxigenar el gobierno”.
La danza de nombres fue importante. Reemplazos, enroques. Nada paso, y mañana lunes retoma la administración provincial luego del receso.
Se observa si un cambio de estrategia: “instalar en la opinión pública aspectos satisfactorios del gobierno y una imagen positiva de los funcionarios”. Por supuesto relato puro. Que el presidente diga que en términos inflacionarios vamos bien, con indicadores crecientes en 51% y el recalentamiento de la economía, es una burla. Que desde Entre Ríos se señale que es histórica la inversión en Vialidad no resiste ningún argumento.
¿Por qué no hubo cambios de ministros y funcionarios, si así lo dijeron? La realidad es que los reemplazos son difíciles. Con un modelo agotado; en Entre Ríos más que agotado, esta consumido, enclenque y acabado; quien, por dos años, querrá tomar la vara cagada.
Allí reside el principal problema. Es difícil encontrar, para la última etapa, generales con ganas de inmolarse por la idea y el partido. Esto los debilita aún más.
La oposición les dio aire. Dos irresponsables, más los responsables de ordenar la tropa, arruinaron los equilibrios alcanzados y trajeron desazón. Afortunadamente para JxC, como dice el genial Boresztein Junior, las escapaditas de Rubeo a Islas Maldivas y Volcovich a Cancún empataron el partido.
La oposición les seguirá dando aire en tanto no tenga un criterio ordenador del espacio.
En el medio una situación social – económica a punto de estallar. Ningún indicador de futuro inmediato es halagüeño. Se requiere de un programa. También fue anunciado, solo eso, anunciado. Es imprescindibles saber mínimamente cual es el rumbo.
Entramos en el circulo vicioso: “estos funcionarios no están capacitados para realizarlo, (sino ya lo hubieran hecho). Su reemplazo, por nuevos equipos, requiere también cambios profundos, con altos costos políticos, Allí se cierra el círculo, dejamos a los que están”
¿Si probamos con un acuerdo de todas las fuerzas políticas? Servirá de ordenador, y al gobierno, en los 720 días que le quedan de mandato, podrá no agravar aún más la situación.
Estamos a mediado de enero. Un verano caliente. Con una situación social a punto de estallar y de consecuencias – para la dirigencia política – sin poderla mensurar.