Las conversaciones via chat entre Luciana Almada y Emiliano Giacopuzzi constituyen un factor fundamental para comprender el vínculo real que tenía Juan Pablo Aguilera, el cuñado del ex gobernador Sergio Urribarri, con la empresa TEP, una de las que según la hipótesis de Fiscalía, actuaba para quedarse con los recursos de publicidad en vía pública del Estado • En oportunidad de alegar, el abogado Miguel Cullen repasó decenas de intercambios para demostrar que eran charlas entre socios sobre la marcha del negocio
Para el Ministerio Público Fiscal, la firma TEP constituía junto a Next, Montañana Publicidad y Bustamante Publicidad un conglomerado de firmas dedicadas a la publicidad en vía pública que cartelizó la publicidad estatal en vía pública.
El factor clave en la construcción de esa hipótesis acusatoria pasaba por la suposición de Fiscalía de que el real dueño de TEP y de Next era Aguilera. Y que su pareja Luciana Almada; su cuñado Alejandro Almada y sus amigos de la niñez en General
Campos Emiliano Giacopuzzi y Maximiliano Sena actuaban de prestanombres.
Con sarcasmo, Cullen señaló: “Aguilera fue tan canalla que hizo aparecer como testaferros, a quienes les caería todo el peso de la ley, al amigo de la infancia y a la madre de sus dos hijos”.
Durante el debate surgió el dato de que Next no tenía nada que ver con la publicidad oficial, ni con la cartelería en vía pública. Su objeto social era otro. Sólo compartía con TEP la locación y una estructura administrativa personificada en la contadora Corina Cargnel, otra de las imputadas en la causa.
Para sustentar esta trama, el MPF apeló a recortar conversaciones privadas entre Aguilera y Luciana Almada. Una de ellas, incluso, se trató de una discusión de pareja en un momento de tensión del vínculo.
• Palabras más
Pero el abogado defensor de Almada, Miguel Cullen, presentó ante el Tribunal otra cara de los mensajes extraídos de los celulares incautados durante los allanamientos a la firma realizados el 1 de agosto de 2016.
Pese a señalar que el procedimiento fue irregular y que la obtención de datos no se hizo conforme a la ley, el letrado repasó extensos tramos de conversaciones entre Almada y Giacopuzzi, que figuran como únicos socios de TEP, para demostrar ante el Tribunal integrado por José María Chemes; Carolina Castagno y Elvio Garzón que esas charlas se correspondían más al intercambio entre dos propietarios de un emprendimiento que a una conversación entre testaferros despreocupados de la marcha del negocio.
El letrado señaló que durante la presentación del caso de Fiscalía se mostraron cuestiones íntimas. “Nos enteramos de las peleas conyugales (de Aguilera y Almada) y de que habían suspendido dos veces el casamiento. Vimos las conversaciones privadas más dolorosas. Todo el mundo se enteró. No importa ¿Saben qué no vimos? – señaló – Si hablaban los socios”, es decir Almada y Giacopuzzi.
“Si hablaban ¿lo hacían sobre cosas de la empresa? ¿Hablaban de la empresa de un tercero? Eso no interesó”, consignó. Corresponde señalar que en la etapa posterior de réplica, cuando Fiscalía tiene la chance de contraargumentar los planteos de las defensas, el Ministerio Público Fiscal no realizó ningún planteo contra este desarrollo hecho por el abogado defensor.
Cullen repasó tramos de los chats entre Almada y Giacopuzzi extraídos del celular de la mujer y que obran como prueba de la causa. Uno de ellos fue un intercambio sobre un conflicto laboral con una empleada identificada como “P” en febrero de 2015.
– Hola Emi. Perdoná que joda. Pero me enteré lo de P. Si vos vas a hablar ¿Querés que te acompañe? Tengo buena onda con ella – dice Almada.
– Mañana vamos a hablar con Lisandro. Y la voy a llamar, aunque cero onda para llamarla. Ya veré que hacemos. Ya veremos cómo lo resolvemos de la mejor manera – responde Giacopuzzi.
“Es un conflicto laboral de la empresa TEP. Y tiene que ver con la charla que tienen los dos socios sobre este problema. No van a ir a hablar con Aguilera. Ni le preguntarán qué hacer. Van a ir con Lisandro ¿Quién es Lisandro? El abogado”, subrayó Cullen.
Luego, citó otro intercambio del 18 de junio de ese mismo año.
– Mañana a las 14:30 reunión con los empleados así hacemos presentación del área de recursos humanos. Por favor: ir pasando la info, gracias. Es para todos los que trabajan en (el local de calle) Racedo – le indica Almada a Giacopuzzi.
– Ok – contestó Giacopuzzi. Y agregó: El Pulga ¿Por qué se iba antes? Me dijo Edu que habló con vos.
– Porque estaba agotado y se dormía. Después recupera las horas – fue la respuesta de Almada.
– Eso hay que ajustar. Porque yo no tengo la culpa de que ande festejando hasta las 3 de la mañana ¿Entendés? Si no cualquiera se retira y después recupera las horas – agregó Giacopuzzi.
– Sí es así – consintió Almada – Pero no entiendo bien lo del Pulga. Mañana ajustamos bien porque su situación es rara
– Ok
– No sé bien la negociación con él. La última vez que nosotros hablamos (ella y Giacopuzzi) era la contemplación por su situación. Así que es raro. Pero mañana ajustamos bien en la reunión ¿Te parece bien?
– La situación fue esos días. Porque boludean todo el día con (otra persona). Pero bueno. Mañana hablamos.
– Si hay excesos, ajustamos sí o sí.
“¿De qué están hablando? – preguntó Cullen observando al Tribunal – ¿No están hablando de la empresa, del giro comercial y comportándose como socios de la firma? Giacopuzzi estaba cansado de que se le vayan los empleados. Y por eso hablaba con Luciana, que era la encargada de los recursos humanos ¿Qué parte no vieron?”, acotó, interpelando directamente a los fiscales que sólo atinaban a bajar la mirada.
En septiembre, Giacopuzzi y Almada intercambiaron otros mensajes sobre un negocio de la empresa. Se trataba de una colaboración con la librería Alfa, propiedad de Next, la firma de Alejando Almada y Sena. Por un problema de salud de Sena, la empresa había quedado bajo el manejo exclusivo de Almada y su hermana lo ayudaba.
– ¿A quién podemos pedirle el rotulado de Alfa? – pregunta Luciana Almada
– Acá no tengo a nadie. Pero ¿Se le puede tapar la vidriera con el pasacalle?. Te mando un rollo y lo pegan con cinta bifaz – contesta Giacopuzzi.
– No. Es un ploteo – aclara Almada.
Luego, citó otra conversación, también relacionada con un problema laboral. Un empleado había pedido el día por un problema en la muela y envió otro mensaje pidiendo otra jornada más por esa causa.
– Todos vivos – observa Giacopuzzi.
– Así que ayer y hoy no vino – responde Almada.
– Por una muela.
– Y sí. Y ese es el encargado.
– Una vergüenza.
“Por supuesto: ¿a quién rendía cuentas ese encargado? A Giacopuzzi y Almada que eran los dueños”, remarcó Cullen. A continuación repasó otra situación de faltas injustificadas de trabajadores alegando problemas de salud. “¿Y qué deciden los socios? «Que traigan certificados todos. Basta de giladas»”, apuntó.
También puso la lupa sobre un diálogo del mes de octubre. Organizaban la asistencia de personal durante el feriado local en Paraná.
– A los que trabajan se les paga doble. No sé si es necesario que todos trabajen salvo las áreas como taller e impresión. Creo que sí. Estamos en campaña (proselitita, la firma realizaba trabajos para el PJ Entre Ríos) y saben que se trabaja sí o sí – comenta Giacopuzzi.
– Me parece que operativamente vos me dirás quienes sí o sí. Administración comercial me parece que no sería necesario – contesta Almada.
– Los únicos que tienen que venir son los de impresión. Yo evaluaría si es determinante
– Ok. Pero no te limités si necesitás gente trabajando.
– Ok.
También proyectó un mensaje donde, ante la eventualidad de que se Giacopuzzi se dedique full time a otro emprendimiento que tenía en marcha, Almada le reclamó: “Ni en pedo vas a dejar Formato” Urbano, el nombre de fantasía con el que TEP realizaba los trabajos en vía pública
A párrafo seguido, retomó las críticas a la investigación fiscal: “¿Alguien de la Fiscalía se preocupó de ver si había mensajes entre ellos (por Almada y Giacopuzzi)? Porque seguro (en la hipótesis acusatoria) iban a hablar de Juan (Aguilera). (O de que) Estamos faltos de plata, habría que pedirle a (el ex ministro de Comunicación, Pedro) Baez que nos tire unas órdenes de publicidad. (O) Vos que sos la cuñada del Pato (Urribarri) por qué no le decís que nos contraten”, hipotetizó.
“¿De qué hablaban? – contrastó – De la marcha de la empresa. Porque eran socios”, afirmó Cullen. Y observando fijamente al Tribunal inquirió: “¿A ustedes les parece que están hablando dos testaferros de la empresa de un tercero? ¿Se les ocurre, por un minuto, que algo de la conversación de estos dos socios no se compadece con dos personas que se preocupan, que aman y que están apostando a futuro por su empresa?”