El pronóstico anterior era del 65%, pero en lo que va del año se acumula un alza del 23%.
La registro del 6% en abril llevó a las consultoras privadas a recalcular al alza el piso de la inflación para este año. Ahora los economistas lo estiman en 70%, con un fuerte componente del alza de tarifas.
En medio de los tironeos entre el kirchnerismo y el ministro Martín Guzmán por la suba de las tarifas para la luz y el gas, la semana pasada se realizaron las audiencias públicas, el paso formal para empezar a implementar el alza promedio de 42% para el año y así achicar parcialmente los subsidios. A esto habrá que agregar el incremento en la tarifa del agua, que se aplicará en dos tandas en julio y septiembre, y comenzará a definirse en una audiencia el próximo jueves.
Hasta que se conoció el registro de abril, los economistas consensuaban una inflación promedio para el año de 65%, según la última medición del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza mes a mes el Banco Central.
Pero con la difusión del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado, que marcó una inflación anualizada del 58%, el piso se corrió de 65% a 70%.
Fernando Marull, director de la consultora FMyA, apunta que “con un segundo semestre con una inflación igual a 4,1%, la inflación de 2022 sería del 70%. Pero dada la elevada inercia que trae la inflación, no descartamos que termine más arriba“.
Marull detalla que en 2022, la inflación proyectada está fuertemente relacionada con los aumentos proyectados de costos, tanto salarios (que se ajustan con paritarias del 65%), tarifas reguladas -que incluyen desde energía a colegios y prepagas- (con un promedio de 63%) como el dólar oficial (que subiría 55%), que arrojan un promedio 60%. “La diferencia entre 60% estimado por salarios/tarifas/dólar y la proyección de 70% se explica por la inercia, que resume la incertidumbre global, pero sobre todo las dudas sobre la política económica, tanto de Guzmán como del Banco Central“.
“Desde el anuncio de la ‘guerra contra la inflación’ -el 15 de marzo pasado- hubo un salto del 10% en las expectativas inflacionarias”, señalan desde la consultora EcoGo, que también maneja un pronóstico anual del 70%. Pero advierten que “lograr ese registro requiere una desaceleración al 3,5% anual en lo que resta del año. Nada fácil teniendo en cuenta que el dólar y las paritarias corren al 4%”.
Para mayo, con la primera quincena ya transcurrida, los números preliminares marcan un alza del 5%. Así lo prevén desde EcoGo y FMyA. En cuanto a los alimentos, ven un suba del 1,2% en la primera semana, lo que implica una desaceleración de 0,3 puntos porcentuales respecto de abril.
Para la consultora LCG, en la segunda semana del mes, el índice de inflación se aceleró en 0,8 puntos, marcando una variación del 2,1% semanal. “Casi el 50% de la variación semanal total estuvo explicada por verduras y panificados”.
Desde el equipo de EcoGo remarcan que “así escala el riesgo de volver a cambiar el régimen inflacionario en un contexto de indexación creciente, un balance del BCRA que no mejora dado el casi seguro incumplimiento con el Fondo Monetario y donde a medida que avanzan los meses el horizonte del gobierno es cada vez más corto“.
También LCG anticipa un piso de 70%. “Esperamos que la inflación se encuentre por encima del 70% anual en diciembre. Esto se debe a la inflación internacional más alta, sumado a los efectos locales de levantar anclas nominales que contenían la dinámica de precios: se continúa acelerando la devaluación del tipo de cambio oficial y se espera que próximamente se levante el congelamiento de tarifas, que tendrán impactos de primera y segunda ronda”.
“En un marco optimista, una desaceleración de la inflación mensual a registros del 4% supone una inflación de 68,4% anual a diciembre”, sostiene Guido Lorenzo, director de LCG.
Desde la sociedad de bolsa GMA Capital, Nery Persichini apunta que el alza del 23,1% que acumula la inflación en el primer cuatrimestre equivale a un peligroso 86,5% anualizado. “En términos interanuales, estamos en el umbral más elevado desde la salida de la hiperinflación”.
Este registro implica que la mediana de inflación mensual de la gestión de Alberto Fernández es de 3,3%, mientras que la mediana de variación interanual alcanza 49%. “Esto quiere decir que estamos en presencia de un contexto inflacionario de magnitud, que pulveriza anualmente un tercio del poder de compra, y es el más complejo desde los años 80″, indica GMA.