El senador provincial Rubén Dal Molín (Federación-Juntos por el Cambio), consideró que el Presupuesto 2023, presentado por el Poder Ejecutivo, “debería ser importante desde la perspectiva de autorización máxima del gasto en cada rubro, pero la inflación, los trastoca”.
A modo de ejemplo dijo: “en términos de pesos nominales este año (2022) los gastos rondarán los 560 millones de pesos, muy lejos de los 447 millones de pesos aprobados”.
Al analizar los números, el senador dijo que “de estos 447 millones de pesos originales, sin ajustes por mayores ingresos, 67 mil millones debían ser destinados a inversión pública; sin embargo, con viento a favor, llegará a los 22 mil millones de pesos este año. Allí está la parte del ajuste”.
“La inflación trastoca todos los indicadores, sobre todo si su diseño prevé un 33% de inflación anual y, estamos cerrando el año con un 98%. Para el 2023, parecería tener algo más de razonabilidad este indicador, ya que se proyecta el 60%, aunque el propio Banco Central de la República Argentina, en su informe de Expectativa de Mercado, marca que será del 95% para cuando la Argentina esté cambiando de mandatarios”, detalló Dal Molín.
“El 2023 será el último año de gestión y, por ende, es impensado que el Gobierno modifique algo de lo que se hizo hasta ahora. Se ajusta, entonces, por menos inversión pública. El déficit de la caja será un problema sin ningún atisbo de solución, y la distribución del gasto será igual a todos estos años”, opinó el legislador.
Para el senador por el departamento Federación, “la subejecución de inversión pública que señalamos -se proyectó para este rubro un indicador del 16,4% de los recursos corrientes y, apenas se superará el 4%- fue utilizada para colocarla en el mercado financiero. Buena parte del superávit de este año obedece a lo generado por intereses de plazo fijo. Al 31 de octubre ingresaron por intereses de plazo fijo al tesoro provincial 18 mil millones de pesos, lo mismo que se invirtió en bienes de capital o la mitad del superávit proyectado”.
“Resumo, nada cambia para 2023, salvo los primeros compromisos de capital e intereses de la deuda pública para febrero y agosto que suman más de 120 millones de dólares”, enfatizó el senador al referirse al presupuesto que está en tratamiento en Senado y ya fue aprobado en diputado días atrás.