La ola de calor dejó en evidencia el defectuoso estado de los establecimientos escolares de Federación, como así también la falta de servicios que ofrecen a alumnos y directivos.
El insistente reclamo de padres y directivos, agravado por las altas temperaturas, tuvo el propósito de alertar y cuidar la salud de niños, adolescentes, docentes y directivos que deben concurrir a diario a cada una de las escuelas
Establecimientos educativos sin agua, el camión de Bomberos Voluntarios que debe llevar agua y llenar los tanques, otras directamente no pueden disponer del servicio, falta de ventiladores, sistema eléctrico que colapsa debido a su precario estado son algunos de los reclamos manifestado por directivos y padres.
En el inicio del ciclo lectivo, la misma escuela donde se comenzaba con las clases no disponía de agua potable y debió suspender las clases al día siguiente.
El problema no es reciente; sino es una realidad que se agrava en cada temporada escolar, se plantean mejoras de infraestructuras sin poder hasta el momento darse las soluciones de fondo que requieren alumnos y personal directivo.
La educación se ve interrumpida permanentemente por factores ajenos a quienes deben asistir a las escuelas a recibir conceptos o docentes que deben dictar clases con el propósito de mejorar la formación intelectual de estudiantes.
La buena predisposición de padres en ayudas económicas o proponer ideas para disponer de ventiladores o aire acondicionado no es una solución definitiva a la política pública educativa que debe ser exclusiva responsabilidad del Estado.