El actual diputado nacional y ex precandidato a gobernador de Juntos por el Cambio, Pedro Galimberti, habló del escenario político, de la campaña que se reinicia y de las perspectivas electorales, en el programa televisivo Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral).
-Usted no habló mucho después de las PASO… ¿Qué hablaron con Frigerio, cuánto acordaron en ese encuentro que tuvieron y cómo ve la situación de acá al 22?
– Obviamente que uno baja el perfil por un resultado electoral que claramente ha marcado que Rogelio Frigerio se impone en las PASO por un número importante de votos y a partir de ahí esto han sido contadas las intervenciones que he tenido vinculadas al proceso electoral. Nos hemos juntado en dos oportunidades con Frigerio: en una nos encontraos en Buenos Aires y charlamos mano a mano y la segunda vez previo al encuentro que tuvimos en Villaguay con nuestros candidatos. Charlamos de algunas miradas que tenemos para la provincia de Entre Ríos y de posibles integraciones de alguna gente que está en nuestro espacio, en cuestiones vinculadas a equipos técnicos, aspectos técnicos, a conocimiento en la materia pública, y algunas miradas en cuestiones de la provincia que nos interesan a ambos. Obviamente se tratar de ensamblar lo que es, en cada una de las localidades. Muchas veces se habla de la cuestión de la Gobernación pero también hay que hablar de qué se hace con los senadores, con los vocales en Juntas de Gobierno, en comunas, los intendentes que en su mayoría se han impuesto del sector de Frigerio pero también hay lugares donde nuestro espacio interno de Juntos por Entre Ríos tiene sus candidatos; son más de 40 que tenemos de nuestro espacio y también hay que trabajar en conjunto. Así que, en estas cosas también hay que limar algunas cuestiones que a veces quedan propias del proceso de una PASO.
– Al día siguiente de la elección, hablando con referentes del oficialismo, decían que van en la búsqueda de cooptar los 50.000 votos de Galimberti. ¿Ha habido algún contacto desde el oficialismo gobernante?
– No, no hubo contacto desde el oficialismo. Algunos amigos que están en el justicialismo nos charlan o comentan algunas cosas pero no hubo ningún tipo de contacto. Yo tengo un voto que es el mío y al resto hay que salir a buscarlo, nuevamente convencer, porque además hay un voto disperso en la provincia.
– O sea, no es que usted les va a decir a esos 50.000 que voten a Frigerio…
– Me encantaría, pero esas cosas pasan. Todos sabemos que no es así y que en muchísimas oportunidades se producen cambios. Está claro además que la elección nacional ha sido muy importante en Entre Ríos y me parece que, al menos desde nuestro espacio, no vimos venir lo que aconteció con La Libertad Avanza y eso ha sido una cuestión que hay que tener en cuenta, y que obviamente a partir del triunfo electoral de La Libertad Avanza a nivel nacional esto también tiene algún condimento que lo hace presentarse a nivel nacional con otra expectativa y esto puede jugar un rol fundamental en las elecciones provinciales, como la nuestra. El voto mío es uno y a los demás hay que tratar de convencer, y obviamente desde el espacio Juntos por Entre Ríos hay que trabajar en un armado que tiene muchos espacios políticos que lo integran.
– Usted dice, no supimos o no pudimos ver la adhesión alrededor de Milei. ¿Considera que después de las elecciones el sector político de Juntos por el Cambio y del oficialismo sintieron el golpe? ¿O entiende que hay muchos que todavía siguen no dándole la importancia que deberían a lo que pasó con Milei?
– Lo que digo es desde nuestro espacio de Entre Ríos Cambia y hasta, si se quiere, como una cuestión personal mía. Me parece que no eran demasiados los que tenían en cuenta este porcentaje; sólo escuché a dos o tres dirigentes en la provincia que decían que habría un voto importante para La Libertad Avanza, pero en general ha sido una sorpresa. Respecto de la visión que tenemos en Juntos por Entre Ríos, me parece que se ha tomado nota de esto. Pasó una cosa que desde el ‘83 no había acontecido, La Libertad Avanza le terminó ganando al justicialismo en 16 provincias de la Argentina, nunca había pasado esto, es decir que estamos inmersos en un proceso que, de mínima, ha sido novedoso; con presencia de tres tercios y que nos obliga a trabajar no sólo en la cuestión nacional sino también en la provincia y en cada uno de los pueblos. Porque hay muchos lugares donde las elecciones que han hecho los candidatos locales de este nueva fuerza es importante y va a modificar algunas estructuras.
– Se ve que hay un sector joven que está enamorado de Milei, y no tienen demasiada respuesta de porqué lo votan. A lo sumo dicen que es diferente y quieren ver algo diferente de lo que se vio hasta acá, lo cual es una especie de llamado de atención al fracaso de la política, que no es menor…
– Me parece que, al menos los dirigentes que ya tenemos varios años en esto, esa es la principal mirada que debemos tener, y si se quiere hasta una autocrítica… de porqué nos cuesta penetrar en eso sectores, sobre todo juveniles, pero no es propio de esa franja etaria sino que se desparrama en el resto de la población. Viendo la situación del país, en algunos términos, por ejemplo hoy conocimos la inflación, y eso te marca también la apatía de algunos sectores y el descrédito de lo que somos los políticos tradicionales. Eso nos va a obligar a repensar algunas cosas. Un amigo suele decir que a las personas se le suelen vencer los libretos, y hay que replantearse si los libretos que tenemos son acordes a los tiempos que estamos viviendo.
– Hablando con Rosario Romero, ministra de Gobierno y candidata a intendente de Paraná, ella remarcaba una necesidad en este tiempo, ante el avance de Milei, de hablar más de política, generar el debate en torno a las políticas a instrumentar. Que es algo que al sector de Milei le cuesta, porque se mueven con el libreto económico o del ajuste en el Estado y la política y les cuesta hablar de la cuestión humana. Y esto de la autocrítica que usted marca no se está dando y en ese marco va ganando posiciones el sector de Milei…
– El discurso vinculado a la economía, cuando viene a modificar lo que hay, en el contexto que tenemos, calza justo y rinde sus frutos. Pero está claro que gobernar es una cosa donde la economía va a ser importante para el próximo gobierno nacional, no tengo dudas, pero hay otras cuestiones para mirar. No tengo ninguna duda que las cuestiones sociales van a estar a la orden del día…
– Usted pasó por el Departamento Ejecutivo en dos Intendencias y sabe lo que es conducir…
– Es día a día. Con la totalidad de las problemáticas que se plantean. Las que uno va resolviendo en el momento y también las miradas que se deben tener en cualquier diseño de políticas públicas a mediano y largo plazo.
Pero hay que hablar de política, tal como decía Rosario Romero, hay que hablar de política para decir qué vamos a hacer con esto, cómo vamos a hacer con lo otro. De hecho en la campaña de las PASO de muchas cosas hablábamos puntualmente de algunas cuestiones. En estos días veía algo vinculado a energía y muchas de esas voces empezaron a surgir en un encuentro que se hizo en el Centro Provincial de Convenciones donde nosotros dejamos alguna semillita, y algunos la tomaron. Esto es lo que tenemos hacer en el día a día los que estamos vinculados ocupando un rol en el Estado en materia de política. Hay que hablarle a la gente, es cierto que a veces parece que en la vorágine no se escucha pero las cosas terminan quedando.
– ¿Cuánto le sirve al sector de la oposición lo que sucedió en Santa Fe con el triunfo de Maximiliano Pullaro?
– Creo que es una muestra. Santa Fe tiene una situación puntual… el triunfo de Pullaro es importantísimo, hace 60 años que el radicalismo no ganaba, más allá de que llega un candidato radical dentro de un frente que ya tuvo gobernadores anteriormente. El resultado marca la conjunción de dos cosas: la mala imagen del gobierno nacional que indirectamente influye y un gobierno provincial que en la principal ciudad de la provincia ha tenido un desmadre de violencia, con un número de homicidios que se ha duplicado en relación al gobierno anterior y que no han sabido cómo encontrarle la vuelta. Si en la principal ciudad de la provincia tenés ese problema, termina derramando sobre el resto, más allá de algunos aciertos que seguramente deben tener Maxi Pullaro y quienes lo acompañaron para estar en el lugar que están y que la gente los haya votado.
– Ese desgaste que marca del gobierno nacional y que se observa en Santa Fe, ¿entiende que se puede trasladar a Entre Ríos o considera que la gente diferencia que una cosa es lo que pasó en estos cuatro años con la administración de Alberto Fernández y otra cosa es la gestión de Gustavo Bordet o de Adán Bahl en la Intendencia?
– Me parece que se hace una pequeña diferencia, pero no es tan importante. De todas maneras, lo que se observa en general en lo que hoy es Unión por la Patria es un voto duro y la característica de esta última elección y que seguramente vamos a ver en la elección general, es la aparición de un sector vinculado a una nueva fuerza como es La Libertad Avanza, donde parte de nuestros votos se van pero también parte de los votos que ha perdido el justicialismo en la provincia también están allí. Es un escenario que hay que trabajarlo mucho para poder decir que se está seguro de que la elección se va a ganar.
– Insisto, ¿considera que esos 50.000 votos que usted tuvo fueron votos radicales netos o fue variado?
– Hay un poco de todo, hay cierta afinidad en su gran mayoría con Juntos por el Cambio a nivel nacional.
– Hoy hablando en la radio con Guillermo Michel decía que no se puede trasladar esa foto de los 50.000 votos para Frigerio sino que puede pasar cualquier cosa…
– Son apreciaciones pero está claro que la elección hay que trabajarla. Y cuando digo trabajarla, no sólo de quien es el candidato a gobernador sino también los senadores y los gobiernos locales. Entendemos que el trabajo que se hace a nivel local, en cada comunidad, en cada pueblo termina rindiendo sus frutos y el voto se cincha de arriba hacia abajo –como puede pasar un poco con La Libertad Avanza- pero también se cincha mucho en los lugares donde hay buenas candidaturas de nuestro espacio, de Juntos por Entre Ríos, y eso termina arrastrando la boleta tanto en la Gobernación como en la Nación.