Varias consultoras relevaron un aumento del rubro más importante en la canasta de consumo; para otras, la tendencia aún no está clara, pero todas coinciden en el impacto que tendrán las subas de tarifas que vuelven este mes
Cerca del 30% del valor del índice de precios al consumidor (IPC) general está dado por la variación de Alimentos y bebidas. Por eso el rubro es considerado clave en la medición del Indec. También por eso las consultoras privadas llevan a cabo relevos semanales estudiando el avance de esos precios. Y aunque todavía es temprano para establecer una dinámica concreta del mes, la primera quincena tuvo dos momentos claves: la desaceleración durante la primera semana y el repunte en la segunda.
Según los datos de LCG, la aceleración de los alimentos y bebidas al cierre de la semana pasada fue de 1,5 puntos porcentuales respecto de la anterior, que había marcado aumentos nulos. Así, la suba promedia 3,6% en las últimas cuatro semanas, lo que lleva a un 4,8% punta a punta. Ese mismo porcentaje aumentó este sensible rubro en mayo, según la medición oficial del Indec.
Los datos desagregados de esta firma muestran que las verduras lideran la suba, con un 3,9%, seguidas de cerca por azúcar, miel, dulces y cacao, con un 2,8%, y por bebidas e infusiones para consumo en el hogar, con aumentos del 2,4%. Lácteos y huevos alcanzó el 2,3% en la segunda semana. El 60% de la suba mensual se sostuvo en los lácteos y las carnes. De esta manera, el porcentaje de productos con aumentos se alejó de aquellos que tendieron a la baja, y el nuevo repunte implicó un piso en la desaceleración que se había notado en mayo.
En la misma dirección apuntaron las estimaciones de EcoGo, que, según contó Rocío Bisang, economista de la consultora, tuvo una primera semana “más planchada”, con aumentos del 0,6%, pero con “subas un poco más fuertes, algo por encima del 1%”, en la siguiente. Si bien hay factores que pueden repercutir en la dinámica al alza, según la especialista por el momento no se observó “nada en específico, sino una suba general”.
Aunque cabe destacar que esta tendencia es disímil según cada consultora. Como explicó Alejandro Giacoia, de Econviews, la variación entre los diferentes datos puede provenir de la metodología de cada uno de esos estudios, la canasta específica que relevan y el día de la semana en la que realizan el corte. Por ejemplo, en el relevamiento de Econviews, la situación fue la contraria: frente a una aceleración de precios de 0,6% a principios del mes, la última semana habría cerrado con 0% de aumentos: “Hubo una baja fuerte en verdulería, que tira el promedio para abajo. El resto de las categorías creció entre 0% y 1%”, detalló. En este caso, la canasta incluye, además de alimentos y bebidas, productos de perfumería y de limpieza.
De hecho, según un informe que difundió la consultora, otro dato importante a tener en cuenta es la inflación núcleo, que en mayo fue de 3,73%, y que marca la tendencia de cómo está y cómo puede seguir el IPC. “Estimamos que mucho de esta baja [de mayo] tiene que ver con lo que pasó al interior del rubro de alimentos. […] Si bien los alimentos en total subieron 4,85%, la mayoría de los componentes tuvo subas inferiores al 3%. En el mismo sentido, tomando la canasta de precios del GBA que publica el Indec, vemos que el 36% subió menos de 2%, y otro 39%, entre 2% y 5%. Es decir que no hubo algún ítem en particular que la tiró para abajo, sino que en general las subas fueron moderadas, una buena señal”, indica el informe.
Además, con la consideración del impulso que representaría en la inflación de junio el ajuste de las tarifas, Giacoia remarcó que “lógicamente, si los alimentos desaceleran, eso va a ayudar” a equilibrar el IPC. Aun así, las estimaciones son de un repunte y vuelta a la zona del 6% en junio.
Por su parte, en Analytica observaron que el segmento de alimentos aumentó 1,26% durante la primera semana del mes, en lo que, según Claudio Caprarulo, es “la categoría más importante”. En la segunda semana, “se descarriló fuerte, y la suba llegó a la mitad de ese porcentaje”, aunque resta ver si esta desaceleración logra mantenerse, ya que muchos factores pueden afectar las subas o bajas semanales, que luego se compensan a lo largo del mes.
A esto se suma el último informe de C&T: “[…] se registra una importante baja de las verduras. En otros rubros se verifican aumentos incluso menores a los de mayo. Así, la inflación del mes podría ser levemente superior a la de mayo”.
Pero incluso con los movimientos en alimentos y bebidas, todavía disímiles, el foco sigue puesto en el impacto que puede tener en junio al ajuste de las tarifas, que, como ya estiman los especialistas, generará un rebote en el nivel general, a lo que le seguirá la dificultad por controlar la inercia y la inflación latente, el nuevo desafío del Gobierno.