La entidad que agrupa a estos contribuyentes reclama que se cancelen las deudas o que no se ajusten las cuotas. Por estos días, la batalla de MARA se centra en deshacer el nudo del retroactivo del monotributo.
Hace dos años Noelía Villafañe puso en marcha oficialmente MARA, la organización que reúne a los Monotributistas Asociados de la República Argentina. Esta contadora recibida en la Universidad de Cuyo es la presidenta de la entidad que nació en Mendoza con el impulso de reclamar políticas en defensa del sector. Hoy tienen referentes en casi todas las provincias y adhesiones de cerca de 700.000 monotributistas.
Por estos días, la batalla de MARA se centra en deshacer el nudo del retroactivo del monotributo, que obliga a quienes están inscriptos en esta categoría a pagar una actualización de hasta $ 26.000 sobre los aportes que llevan hechos en lo que va del año.
Hay 3,7 millones de monotributistas en Argentina que en los últimos días se atragantaron con la noticia de que la AFIP les cobraría un retroactivo por las cuotas que ya pagaron entre enero y mayo. Esto ocurrió porque a diferencia de lo que pasa cada año, la AFIP se demoró esta vez en actualizar las categorías y una vez que esto se concretó, los contribuyentes se encontraron con que de acuerdo a las nuevas escalas tenían deudas con el organismo fiscal.
Villafañe detalla que el cobro del retroactivo es particularmente injusto, ya que el monotributista en 2020 tuvo que pagar el impuesto pese a no tener ingresos. “Ante cero ingresos tuvo que seguir pagando. Hubo un proyecto de ley para solucionarlo, pero no prosperó. Ahora lo que le pedimos al presidente Alberto Fernández es que nos exima el pago del retroactivo o congele la cuota y solo actualice las escalas”.
Con este objetivo pidieron audiencias con varios funcionarios y por ahora lo que consiguieron fue que el 14 de junio los reciba el ministro Daniel Arroyo.
Noelía cuenta que a partir de la noticia del retroactivo reciben 800 mensajes por hora en las redes sociales de MARA. “Esto es un golpe fuerte para gente que el año pasado estuvo sin facturar por las restricciones de la cuarentena y aún así siguió cumpliendo con la AFIP. Hicieron el esfuerzo de ponerse al día y ahora, en lugar de ayudarlos, el Gobierno viene a pedirles que paguen más”.
Sobre este golpe, se suma un “destrato” adicional hacia los monotributistas. Al anunciar las nuevas restricciones a la circulación, el Gobierno extendió el REPRO II a los sectores más golpeados, como los gastronómicos. Y también incluyó a los monotributistas, que recibirían un subsidio de $ 22.000. Pero lo hizo con tales condiciones que dificultó el acceso real al beneficio.
Villafañe cuenta que para anotarse para recibir esta ayuda había una ventana muy chica, que iba del 26 de mayo al 1 de junio. Pero cuando los contribuyentes querían inscribirse se encontraban con que el sistema no estaba preparado en las primeras horas y luego con que una de las exigencias para calificar era tener al menos dos cuotas pagas en lo que va del año. Y con la actualización de las escalas y la aparición de los reintegros se esfumaban las chances de poder anotarse.
“Muy poca gente llegó a anotarse. Y además el Gobierno prácticamente no difundió la existencia de este subsidio. Pareciera que lo hicieron a propósito, como para poder decir que ofrecieron una ayuda a los monotributistas, y que fueron los monotributistas los que no quisieron aprovecharla”, indica Noelía.
Este jueves 14 de junio buscarán darle más difusión al tema en una conferencia que realizarán en Buenos Aires. “Lo que están haciendo con los monotributistas muestra que acá se bastardea la cultura del esfuerzo”, remata Villafañe..