Se trata de Martín Scliar y su familia, quienes consumen parte de la energía que producen y el excedente que genera su sistema lo inyectan a la red
Muchas personas han optado por sumar paneles solares a sus viviendas o lugares de trabajo, pero sólo hay una familia en Gualeguaychú que consume parte de la energía que produce y el excedente que genera su sistema lo inyecta a la red. Por ejemplo, en un día con mucha radiación solar de verano, o cuando la familia no está en casa y el sistema de paneles sigue produciendo, esta energía es volcada a la red tradicional.
“La energía que nosotros producimos a través de los paneles solares la consumimos con mi familia, pero el excedente que se genera y no se consume en la casa, es inyectado a la red tradicional de energía eléctrica”, explicó Martín Scliar a El Día. Agregó que “este excedente puede medirse, junto al trabajo coordinado con la Cooperativa Eléctrica, y hasta puede medirse en kilowatts y su respectivo costo”.
Se trata de un sistema de paneles solares, es decir, de energía fotovoltaica. Scliar detalló que “con la Cooperativa Eléctrica lo que hicimos fue coordinar para poder medir mi consumo y a su vez, determinar cuánto es lo que nosotros producimos para la red. De esta manera, ellos me pagan una cantidad determinada por la energía, por cada KW que inyecto a la red”.
De esta manera, la primera familia prosumidora de energía abarata de manera significativa su factura de consumo.
“La idea no es retirar dinero de la Cooperativa porque esto no es permitido por la Ley. La norma especifica que yo no puedo inyectar más energía a la red que la que consumo”, indicó el vecino que apuesta a esta propuesta amigable con el ambiente.
Ser consumidor y productor de energía a la vez se denomina prosumidor y está contemplado en una Ley Nacional que determina de qué manera se procede con las cooperativas o entes que brindan el servicio.
Los paneles de noche no generan nada, pero durante el día el sistema produce lo que se consumirá en la vivienda. Estos paneles tienen una garantía de 25 años y un detalle interesante es que el consumidor nunca sabrá cuánto ahorrará en su vida, porque no se sabe a futuro cuánto saldrá la energía. Lo que sí se sabe es que se va a reducir la tarifa mensual, siempre.
El sistema fue instalado por la empresa Coenergy de Gualeguaychú que se encuentra ubicada en la esquina de Magnasco y Juan José Franco.
En otros lugares del mundo está extendido este sistema, tanto con energía fotovoltaica como eólica. En Argentina aún no. Conceptualmente estos sistemas son amigables con el planeta. Son energías renovables y no tienen impacto en el medioambiente. Se transforma la energía solar, que no es contaminante y se reduce el uso de combustibles fósiles que generan el calentamiento global y el derretimiento de glaciares.