FacebookTwitteremailPrint Durante la 15ª Jornada de la Industria de Entre Ríos, Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, planteó los desafíos del mundo del trabajo. En ese marco, habló de una “nueva visión” sobre el empleo y propuso dar un diálogo maduro, que permita incluir al mercado laboral formal a todos. “Desafíos […]
Durante la 15ª Jornada de la Industria de Entre Ríos, Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, planteó los desafíos del mundo del trabajo. En ese marco, habló de una “nueva visión” sobre el empleo y propuso dar un diálogo maduro, que permita incluir al mercado laboral formal a todos.
“Desafíos del mundo del trabajo y del nuevo empleo”, fue el título de la disertación de Daniel Funes de Rioja en la 15ª Jornada de la Industria organizada por la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER). En ese contexto, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) planteó la necesidad de abordar la problemática de generación de empleo desde una “nueva visión”, que contemple a todos los actores.
El especialista en asuntos laborales alertó que “se viene la tecnología y tenemos que estar preparados para el nuevo mercado”. Desde esta perspectiva, remarcó que “hay que mirar esta realidad laboral para hacerla viable”, con cambios en las normativas que permita mayor cantidad de personas formalizadas. Para ello, hizo hincapié en abordar el tema desde el diálogo maduro, razonable y adecuado para los tiempos que corren.
“Si no cambiamos el microchip sobre los asuntos de trabajo, seguimos contestando en términos de la primera y segunda revolución industrial, es decir, ajustando tornillos”, lamentó, y recordó que en el país todavía existen convenios colectivos de trabajo desde 1975, cuando era otro el contexto nacional e internacional. Por ello, propuso: “Lo que quiero es construir diálogo, no quiero demoler instituciones, sino que haya instituciones vivas, aplicables”.
En este sentido, prefirió no hablar de reforma laboral. “No hablo de reforma, hablo de nueva visión, de nueva realidad. No es reformar lo que está, sino mirar lo que viene. Lo que tenemos no es tan virtuoso porque en última instancia está protegiendo a los protegidos y mirando con un solo ojo; porque la otra realidad, el otro sendero, sigue flotando en la anomia o tenemos ese tercer mal que son los ni ni”, analizó.
Educación
Funes de Rioja señaló que el sistema educativo cobra un rol clave para adaptarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, lamentó que “la educación argentina no cambió”, por lo cual resulta oportuno ser autocríticos. “El sistema educativo debe responder a las nuevas necesidades; no sólo para los trabajadores sino a los empresarios. Hay que formar emprendedores y hay que hacerlo con la visión de la formación continua, permanente”, expresó, y acotó es para ello es necesario acordar un modelo.
En relación es esto, reflexionó que “el impacto de las nuevas tecnologías es innegable y tiene como consecuencia nuevas formas de trabajo”, que exigen mayor preparación. “No me desconcierta tanto que haya nuevos empleos en el futuro que no sabemos cuáles son. Lo que me desconcierta es que no nos estemos preparando, porque estos nuevos empleos ya no son del futuro”, sino del presente, aseguró. Sobre ello, consideró que existe una sustitución de puestos laborales, por lo cual se crean otros.
Uberización
El vicepresidente de la UIA comparó lo que ocurre en materia laboral con la irrupción de Uber en el mundo, que está modificando los servicios de traslado. La clave pasaría por darle un marco normativo adecuado al presente. “No es malo uberizarse, el tema es que no sea una anarquía. No puede ser un sistema sin reglas. Hay que buscarles las normas apropiadas y no querer aplicarles viejos módulos de fórmulas fordistas a nuevos desafíos en la materia”, sostuvo.
Asimismo, aclaró que es necesario evitar la anomia, porque cuando ocurre, “termina dirimiéndose en la calle o la informalidad”. En relación a ello, advirtió por esta problemática, que implica aproximadamente al 35% de la economía nacional. Además, puso en el tapete el problema del desempleo, con cifras preocupantes, que incluso terminan afectando a quienes están en la formalidad y aportan lo necesario al Fisco para sostener al resto.
“Están todos colgados del árbol de Navidad. Y el árbol de Navidad es el sistema productivo argentino, del cual todo el mundo se cuelga de él. Y lo asfixian hasta que lo sacan de la cancha. Este es el futuro que tenemos si no nos transformamos o adecuamos”, reflexionó.
Empresas, Justicia y sindicatos
Funes de Rioja también analizó que las normas laborales exigen una adaptación a la realidad de las pequeñas empresas. “Le quieren aplicar el mismo modelo”, cuestionó, y señaló que lo correcto es “mirar las realidades puntuales”, que contemple una adaptación de los convenios colectivos. “No es lo mismo el trabajador de una gran empresa que de una pequeña”, subrayó, y aclaró: “No estoy hablando de violación de derechos laborales”.
En otro orden, también apuntó a la mayoría de los fallos adversos para los empleadores cuando se suscitan problemas con trabajadores. Al respecto, criticó a aquellos jueces que “no van a las fábricas” y que tienen el poder de evaluar si la modificación o adaptación de tal o cual ley laboral es injuriosa o no. Sobre esto también desplegó el otro problema de las empresas argentina: no querer crecer para no evitar problemas laborales.
Asimismo, abordó las complicaciones que se dan con los sindicatos, a través de la figura de los delegados y otros actores que, a su entender, muchas veces “conspiran con la representación sindical”. Por ello, habló de avanzar en una negociación colectiva de los encuadramientos, contemplando los procesos industriales que varían, incluso, por regiones.
En esta línea, también se refirió al problema de la centralización, cuando “un solo convenio que quiere resolver todas las situaciones”. “Estoy invitando a los sindicatos de entender la lógica de la descentralización, no de perder derechos, sino de bajar a negociar”, manifestó, y pidió “pensar si verdaderamente las pautas que negocian se ajustan a las realidad de las micro o pequeñas empresas o regiones”. “La negociación es también un traje único. Tiene que prevalecer el de abajo, que es adaptativo y no cristaliza todo en una foto nacional que poco tiene que ver”, afirmó.
Diálogo
“¿Cómo se consigue? La única forma de que se consiga es con un horizonte, partiendo del primer vector que es educación y empleo, y segundo, con diálogo con los sindicatos. Queremos una Argentina productiva, donde los sectores pueden desarrollarse. Hoy las decisiones estratégicas de dónde van las nuevas tecnologías se toman en base a la calidad de los recursos humanos, pero también sobre los impedimentos y obstáculos”, reflexionó.
En este sentido, resaltó la visión de la UIA. “Estoy convencido de que en el sector privado tenemos diálogo y podemos construirlo. Tenemos que convencer mirando a esa necesidad, de que este país de 44 millones de argentinos puede transformarse. Para transformarlo, hay que mirar el tema tributario, logístico, regulatorio para simplificar, con mirada federal para fortalecer acceso al crédito; también hay que mirar esta realidad laboral para hacerla viable”, indicó.
“Lo que pretendemos es un diálogo con el gobierno y actores sociales que sea maduro, tendiendo a esto, no consintiendo una dualidad de mercado, que hay un mercado negro y que pase lo que sea, y que por otro lado los formales estén acorralados. Que verdaderamente sea un país para todos, que a los impuestos los paguen todos los que tengan que pagar”, consideró Funes de Rioja.
De este modo, finalmente solicitó “que las normas laborales sean las justas, razonables y adecuadas, pero que la respeten todos y no solo algunos”. Advirtió una vez más en no sólo a los insiders, sino también a los outsiders, dado que de lo contrario se estaría “no permitiendo que los que están afuera ingresen” al mercado laboral.