FacebookTwitteremailPrint Este jueves 21 de noviembre, a las 20:30 hs., se realizará el acto de entrega de certificados en el Centro Cultural Municipal. Con dicha ceremonia, un total de 31 jóvenes estarán finalizando las actividades que se estuvieron llevando a cabo durante 6 meses, en las cuales se instruyeron en tareas de vivero y huerta, […]
Este jueves 21 de noviembre, a las 20:30 hs., se realizará el acto de entrega de certificados en el Centro Cultural Municipal. Con dicha ceremonia, un total de 31 jóvenes estarán finalizando las actividades que se estuvieron llevando a cabo durante 6 meses, en las cuales se instruyeron en tareas de vivero y huerta, y recibieron una asignación estímulo.
De esta manera se culminará con la primera etapa de este programa destinado a jóvenes de 18 a 24 años de edad, sin empleo, y con residencia permanente en Chajarí; que se brindó desde la Secretaría de Ciudadanía e Inclusión junto con el área de Producción del Gobierno de la ciudad.
En una entrevista mantenida con la Radio Pública Chajarí FM 88.7 la Secretaria de Ciudadanía e Inclusión, Silvia Urruzola, primero aclaró que el plan municipal “Mi primer trabajo” se trata de una capacitación paga, y no un empleo, y recordó que el programa fue lanzado el presente año, y explicó que se está culminando con las actividades del primer grupo, “a través del cual fuimos haciendo los ajustes necesarios, porque uno lo piensa al programa, lo va desarrollando, pero después en el campo, en la realidad tiene que ir ajustándolo”, dijo. En este sentido fue que se extendió un mes más de lo pautado en el proyecto, “porque veíamos que no íbamos a llegar con la producción, y nosotros queríamos que al producto de la misma ellos puedan llevárselo, pudieran disfrutarlo, ahora el programa quedó de seis meses”.
También explicó que se trata de un programa auténtico del Gobierno de Chajarí. “Lo fuimos ideando a partir de que veíamos que llegaba mucha gente a solicitar diferentes asistencias al área, y cuando íbamos entrevistándolos muchos de ellos no había trabajando nunca, entonces ahí fue surgiendo esta idea”, manifestó.
En cuanto a la modalidad de trabajo, Urruzola declaró que se comenzó con un cupo de 44 jóvenes, de un total de 95 inscriptos que asistieron a la convocatoria, y se los dividió en dos grupos, de mañana y de tarde. “Lo que nosotros nos habíamos propuesto era por un lado capacitarlos en una actividad, que en esta oportunidad fue huerta y vivero en plantas y árboles ornamentales; y trabajar con ellos las dificultades que puede presentar un trabajo, de saber porqué hay cumplir un horario, de tener la responsabilidad y la solidaridad con el compañero de trabajo. Por eso fue que convocamos por un lado al área de Producción, que eran ellos los encargados de capacitarlos en huerta y vivero ornamental, y por otro lado convocamos a una Psicóloga Social para que pudiera trabajar con ellos estas otras habilidades del trabajo”, explicó.
Por último, Urruzola aseguró que finalizada esta primera etapa, se dará comienzo inmediatamente con un nuevo grupo del total de inscriptos que han quedado en lista de espera.
Programa “Mi primer trabajo”. Actividades, objetivos y características
El Programa se implementó a través del Decreto Nº 359/2019 del Ejecutivo Municipal. Luego de completar el cupo de participantes, se trabajó en la conformación del equipo técnico y de los diferentes grupos. La primera etapa del programa dio comienzo el 20 de mayo y se extendió por 6 meses para los dos primeros grupos. Finalizada la misma, se lo volverá a implementar con nuevos grupos.
Las actividades tienen lugar en el predio de la ex Escuela Agro técnica, perteneciente al Gobierno de la Ciudad, ubicado en calle Hipólito Irigoyen. Los participantes, deben cumplir un horario de 3 horas diarias, 5 días a la semana, donde aprenden todo lo relacionado a la construcción de una huerta y el desarrollo de la misma, la construcción de un invernáculo, la producción de compost, además de participar en otras capacitaciones. Durante este tiempo perciben $3.500 de estímulo mensual.
La idea principal es ofrecer capacitaciones y actividades a miembros de la comunidad en situación de vulnerabilidad, para que ellos mismos puedan enfrentar y resolver sus propias dificultades, revalorizando sus saberes y sus habilidades para el trabajo. Pensando en lograr con ellos la puesta en valor de acceder a un trabajo genuino, y de poder obtener una remuneración por el esfuerzo realizado.
Tal como lo estipula el Decreto Nº 359/2019 en su artículo 3º, el Programa de referencia es de capacitación laboral realizándose en dependencias del municipio local, pero no generará relación laboral alguna entre los participantes y la municipalidad, requiriendo del Departamento Jurídico Municipal el dictado de los convenios respectivos.
Mi primer trabajo. Las palabras de sus protagonistas
Diego, Lázaro y Melisa, forman parte de uno de los dos grupos que han desarrollado la primera etapa del programa. Los tres coincidieron en que se comenzó a trabajar desde cero, lo que les permitió adquirir conocimientos para poder trabajar en una huerta desde el inicio y por su propios medios.
Diego, al compartir su experiencia, comentó que en los encuentros se aprendió a nivelar el terreno, a preparar compost, se trabajó con la construcción de invernaderos y se trazaron desagües para combatir las intensas lluvias caídas, y que con lo aprendido su idea es “seguir trabajando con una huerta tanto en mi casa, cómo en algún lado. Es algo también que me inculcaron mis padres y mis abuelos”.
Lázaro también enumeró lo aprendido durante los encuentros, y destacó el trabajo grupal. “Nos íbamos turnando, en la medida que una persona necesitaba ayuda, intercambiábamos lugares”, dijo.
Melisa por su parte, comentó que ingresó al programa “porque mi mamá lo escuchó en la radio y ella me dijo para anotarme porque no tenía trabajo. No tenía mucho conocimiento de esto y la verdad es que me enseñó un montón, me dejó muchas cosas, aprendí como utilizar la tierra, que es un sustrato, cómo se planta, los diferentes sembrados que hay”. Además contó que ya cuenta con su propia huerta en su casa y que “siento que me ayudó un montón aprender esto” a lo que agregó “que el compañerismo es lo que más me quedó. Nos entendíamos bastante, los varones siempre ayudaban a las mujeres y viceversa”.