FacebookTwitteremailPrintCon el objetivo de ofrecer a los acreedores argentinos un mensaje coordinado, el Gobierno decidió postergar los pagos de las letras del Tesoro (LETE)en dólares por US$9000 milloneshasta agosto, buscará volver a los mercados voluntarios de deudapara hacerse de pesos con una subasta y abrirá hoy la negociación con los bonistas que tienen papeles argentinos […]
Con el objetivo de ofrecer a los acreedores argentinos un mensaje coordinado, el Gobierno decidió postergar los pagos de las letras del Tesoro (LETE)en dólares por US$9000 milloneshasta agosto, buscará volver a los mercados voluntarios de deudapara hacerse de pesos con una subasta y abrirá hoy la negociación con los bonistas que tienen papeles argentinos con legislación extranjera.
En el oficialismo no confirmaron si esta estrategia diferenciada para el tratamiento de la deuda en distintas monedas fue debatida con el Fondo Monetario Internacional (FMI)ni especificaron si existen planes para un encuentro en persona entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el staff del Fondo. Tampoco revelaron si, para una reestructuración integral de la deuda pública, habrá un tratamiento igualitario para los papeles con legislación local y aquellos bajo norma extranjera. El Gobierno tampoco arriesgó su estrategia con relación a los restantes bonos en dólares a los que deberá hacer frente en los próximos meses.
La postergación del pago de la amortización de las Lete en dólares será detallada en un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que se publicará hoy en el Boletín Oficial. Se trata de un nuevo diferimiento para estos papeles tras el que anunció en agosto el último equipo de Mauricio Macri. Entonces, la medida se conoció como ” reperfilamiento”.
La diferencia con esa iniciativa es que no habrá un nuevo cronograma de pagos, sino que el equipo económico de Guzmán concentrará el pago total de las Lete el 31 de agosto. La elección de esa fecha tiene que ver con que se trata del último pago definido por el gobierno de Macri en el último cronograma definido.
Hoy, por caso, vencían unos US$67 millones, contaron fuentes oficiales. En tanto, el lunes había un pago de casi US$300 millones, en un contexto que el oficialismo describe como una “vorágine” de vencimientos que generarían un “importante impacto en las reservas”, que muchos analistas calculan en unos US$13.000 millones líquidos.
La estrategia oficial con relación a la deuda restante en dólares bajo ley local se irá afinando en los próximos días, según contaron en el Gobierno, donde no descartaron la posibilidad de ofrecer algún instrumento para los papeles fuera de la postergación unilateral de las Lete.
El texto del DNU mantiene la fecha de corte para las Lete reperfiladas en la gestión de Cambiemos, que fue el 31 de julio. Al mismo tiempo, contempla al mismo universo: deja afuera a las personas físicas, las provincias y las personas físicas dentro de fondos comunes de inversión. Estos actores seguirán cobrando según el cronograma original, sin ningún cambio, detallaron. Se trata de un espacio que representa solo un 10% del total de esos títulos.
Desde ayer hasta fin de este mes, había vencimientos en dólares por US$1900 millones, tanto con los acreedores privados como con distintos organismos del Estado. En 2020, según dijeron fuentes oficiales, la totalidad de deuda por pagar llega a US$50.000 millones (la cifra incluye pesos, dólares, acreedores privados y también públicos).
“La agenda de dólares es conceptualmente distinta de la de los pesos. Y la vamos a trabajar de distinta manera”, estimaron en el Gobierno, para abrir el capítulo de otra decisión tomada por el equipo económico de Alberto Fernández de cara a los esfuerzos de financiamiento.
En ese camino, la Secretaría de Finanzas, en la que ya trabajan el secretario, Diego Bastourre; el subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi, y asesores como Guillermo Hang, presentará hoy una subasta para intentar refinanciar el vencimiento de un cupón en pesos por $24.500 millones. La idea oficial es lograr un rollover parcial -por un “monto significativo”- de ese vencimiento con un bono que pague tasa Badlar más 200 o 300 puntos. La idea es estirar la curva de vencimientos, ya que este papel será a 180 días, que aunque parece un corto plazo es un avance en la incertidumbre actual.
“Es un punto de partida” para la estrategia de la deuda en pesos en el mercado local, estimaron en el oficialismo, donde remarcaron que la provincia de Buenos Aires avanzó en una licitación con un papel con tasa Badlar más 600 puntos básicos.
Esta posibilidad ya circulaba por los bancos locales y las compañías de seguros y generaba algunas dudas. Sin embargo, el Gobierno espera hacerse de un monto algo menor a unos $19.000 millones. “No deberíamos tener problemas en rollear en moneda local”, estimaron.
El Gobierno, además, dará el puntapié inicial a la renegociación de la deuda con los acreedores que tienen papeles argentinos bajo legislación extranjera. La primera medida oficial en ese camino será la publicación de unos “principios” para la gestión de la sostenibilidad de la deuda. Los mismos remarcarán “la situación de emergencia económica y social”, deslizarán la necesidad de construir un mercado de capitales doméstico, de impulsar un “programa integral” para crecer y manifestarán “su compromiso genuino de voluntad de pago”.
Para abrir el diálogo, ordenar la información y dar transparencia al proceso, el Gobierno habilitará una casilla de correo para la recepción de propuestas y establecer una “retroalimentación útil”. En ese tema, estará trabajando la Unidad de Gestión de Sostenibilidad de la Deuda (con rango de subsecretaría), que estará dirigida por Lisandro Cleri, director del FGS de la Anses. Lo acompañará Rosana Bebén, que pasó por el Banco del Chaco y la gestión en la provincia de Buenos Aires. En el Consejo de Asesores seguirán los exsecretarios de Finanzas Daniel Marx y Adrián Cosentino. Propuesto para conducir la relación con el Fondo está Sergio Chodos, que sería formalizado recién a mediados de enero.