FacebookTwitteremailPrintLa decisión ya estaba tomada desde mediados de enero pero desde ATER dilataron el anuncio. El Impuesto Inmobiliario Urbano que tiene como primer vencimiento el miércoles 12 de febrero llega a los entrerrianos con subas de hasta el 50 %. Según informó el titular de ATER, Germán Grané la actualización se da conforme a lo establecido por ley […]
La decisión ya estaba tomada desde mediados de enero pero desde ATER dilataron el anuncio. El Impuesto Inmobiliario Urbano que tiene como primer vencimiento el miércoles 12 de febrero llega a los entrerrianos con subas de hasta el 50 %.
Según informó el titular de ATER, Germán Grané la actualización se da conforme a lo establecido por ley y «sin cambios en orden a lo que es la estructura del tributo, por el contexto económico y lo que manejan otras jurisdicciones».
«La readecuación de valores tiene que ver con lo que expresa la ley, que se hace a partir de los incrementos de los avalúos fiscales, y para los que se establecen mecanismos fiscales», indicó el funcionario.
«Los máximos de los aumentos dependen de la calidad constructiva, propiedades en las que se incrementará más y en otras menos, excepto mejoras», indicó al destacar que las subas se notarán aun en más «en los terrenos en los que ahora pasaron a ser obras o edificios».
«Las valuaciones fiscales de las propiedades que la ley autoriza anualmente, van desde un 30 y 50%», comunicó. Y de acuerdo a lo que comentó, «la actualización de los valores fiscales previstos por ley se debe a que cambian los costos constructivos y de reposición producto de la inflación».
Hasta un 50% de aumento
Con la vigencia del incremento, una vivienda que pagaba 3.500 pesos por bimestre pasará a pagar unos $ 5.250, si la suba que le corresponde es del 50 por ciento.
Cabe señalar que en marzo llegarán los impuestos de los automotores, y en abril el inmobiliario rural, que aún no se ha informado de cuánto serán la subas. Cómo ocurrió con el Inmobiliario Urbano se avizora un incremento que promedie entre el 40% y 50%. Algo que el contribuyente deberá tener en cuenta para evitar sorpresas de último momento.